Contexto más que asimilado

El Sevilla FC no quería sorpresas y desde el primer momento se tomó muy en serio su eliminatoria de la Copa del Rey ante el UM Escobedo. Lopetegui tenía razón, ni la categoría, ni la camiseta, ni la historia le servirían para doblegar a su rival en un estadio poco apto para un equipo de élite, pero sí las piernas, la actitud y la calidad. Con esos tres ingredientes, era imposible que un ‘Tercera’ diera un susto a un hexacampeón europeo.

El partido tuvo poca historia en general. Al contrario de lo que fue la primera eliminatoria ante el Bergantiños –en la que el césped encharcado tuvo mucho protagonismo-, el Sevilla salió sin relajación alguna para solventar el partido por la vía rápida, monopolizando la pelota y las ocasiones. A Bono, por ejemplo, no se le vio en toda la primera parte salvo para sacar una vez de puerta.

El once de Lopetegui ya avisaba, el Sevilla se tomaba el partido muy en serio. Si acaso sólo ‘inventaba’ con la pareja de centrales, retrasando a Gudelj y dando otra oportunidad fuera de LaLiga Santander a Sergi Gómez. Nolito regresaba al once y demostraba una vez más que, a día de hoy, es el jugador más indicado para ocupar el flanco zurdo del ataque sevillista.

De Jong y Reguilón avisaron hasta que en el minuto 16 fue el holandés el que acertó con la portería tras varios rechaces. El atacante nervionense estuvo fallón en general, como es habitual en él, pero sí solventó con suficiencia la jugada que le puso la eliminatoria cuesta abajo al Sevilla.

Los de Lopetegui atacaban y atacaban por la banda derecha, con Ocampos y Navas como recursos habituales, pero el peligro real estaba en la izquierda. Nolito, que estaba siendo de los más destacados e incluso había estrellado una pelota en el larguero, hizo el segundo aprovechando un mal despeje del portero tras un centro de Navas, dejando la eliminatoria prácticamente vista para sentencia poco antes del descanso.

En la segunda parte el Escobedo, ya con pocas opciones, salió con más ganas de divertirse y vivir el momento, aunque pronto el Sevilla puso más tierra de por medio. Nolito, el mejor del partido, se la puso por alto a Ocampos, cuyo cabezazo al segundo palo acabó entrando gracias a la generosidad de De Jong. El sanluqueño fue la gran noticia del partido, regresando al once, destacando y dejando su sitio a Bryan Gil a la hora de partido. ¿Mensaje para el Bernabéu?

Con Pepe y Héctor Tirado como jugadores más activos, el Escobedo seguía intentándolo, encontrándose incluso con un disparo en el larguero tras rebotar en Sergi Gómez. Pero hasta en disparos a la madera era superior el Sevilla, con Franco Vázquez y De Jong -¿está gafado?- estrellando la pelota en el larguero en dos ocasiones. Precisamente el ‘Mudo’ fue el autor del cuarto gol, aprovechando otro rebote tras un mal despeje del portero local. Ya en el descuento, Óliver Torres -tan bueno en su posición natural como desaparecido cuando juega en la izquierda- hizo la manita aprovechando un centro atrás de Jesús Navas, que nunca dejó de tomarse en serio el partido y su contexto.

Un Sevilla capaz de adaptarse a las circunstancias ha cumplido el objetivo en Camargo y estará en los dieciseisavos de final, cuyo sorteo será el próximo martes. De momento, todo sigue fluyendo en Nervión.

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