Visita al dentista... y encima te duele todo lo demás

Te levantas y te duele todo. Un virus de esos malévolos ha invadido tu cuerpo, desayunas como puedes y tomas un analgésico… y de pronto la maldita agenda te recuerda que tienes cita con el dentista, aquel dentista al que tantas veces refería Joaquín Caparrós. ¡Pues ea! Eso es lo que le toca al Sevilla FC este domingo. Convaleciente y con problemas, Julen Lopetegui y sus pupilos tienen que visitar el campo más desagradable de LaLiga Santander.

En el Coliseum Alfonso Pérez -un campo que no se le da demasiado bien históricamente al equipo blanquirrojo- no sólo espera el Getafe CF de siempre, sino el mejor Getafe de nunca. Ya se sabe que José Bordalás es un magnífico entrenador, con un librillo tan discutido como efectivo, pero para aumentar la complicación, los azulones viven uno de los mejores momentos de su historia. Es tercero en la tabla, va como un tiro –seis victorias en los últimos ocho partidos, con derrotas sólo ante Real Madrid y FC Barcelona- y encima se ha dado el gustazo de ganar 2-0 a todo un semifinalista de la pasad Champions League, el Ajax de Amsterdam, en un partido en el que los holandeses ni tiraron a puerta.

En la primera vuelta las tornas eran otras. El Sevilla estaba en todo lo suyo y el Getafe no terminaba de arrancar, y a pesar de eso le costó Dios y ayuda doblegar a los azulones, a pesar de firmar uno de los mejores partidos de la temporada.

Ahora, cuando mayo ya se acerca, getafenses e hispalenses vuelven a citarse por la Liga de Campeones como el año pasado. En momentos diametralmente opuestos, pero en un partido que será competitivo a buen seguro. Y si no lo es, malo para el Sevilla, porque la máxima intensidad con Bordalás no se negocia.

Para el envite del Coliseum Lopetegui dio algunas pistas en Rumanía, dejando a Reguilón, Sergi Gómez y Banega en el banquillo. Los tres apuntan a titulares, especialmente el argentino. En Cluj no hubo un faro en el centro del campo y el equipo lo notó, y el Getafe no es el equipo rumano, por lo que se necesita la mejor versión de un Banega que, por lo visto, no está al cien por cien. Le hace falta algo distinto al equipo y el argentino transmite dudas, pero con la duda de Óliver es el único capaz de darle la vuelta como un calcetín a este Sevilla perdido y desnortado del último mes.

Llevamos mucho tiempo diciendo que una victoria sería fundamental para cambiar la dinámica, pero en este caso la importancia de los tres puntos es vital. Adelantaría al Getafe y le ganaría el golaveraje, volvería a puestos Champions y la confianza se renovaría. Sea como sea. Feo o bonito. Salir contento de una visita al dentista significa tanto…