Sobre Tomas Vaclik, portero del Sevilla FC, planea una sombra desde que llegó. El checo tiene una rodilla de riesgo y firmó su contrato supeditado a ello, pero él no entiende la alarma que hay sobre su facilidad para lesionarse. Atendiendo a los datos, no le falta razón aunque le está siendo difícil superar el hecho de que en 2011 el De Graafschap holandés decidiera no ficharle tras la revisión médica.
“Yo sé que se habla sobre mi rodilla, pero no sé por qué. Normalmente yo no he faltado a partidos en Basilea, ni en el Sevilla. Pero leo y escucho que se habla de este tema. No puedo hacer nada al respecto. El club sabe que yo no falto a ningún entrenamiento. Yo he jugado en los últimos cinco años 250-260 partidos sin faltar uno por este motivo. Estoy bien y tranquilo. Tengo confianza en mi cuerpo”, ha comentado el portero sevillista en una entrevista en Marca y lleva razón.
Los datos son claros, desde que llegara al Sevilla en el verano de 2018 Vaclik sólo se ha perdido siete partidos por lesión. Uno en marzo de 2019, cuatro más poco después tras el partido de infausto recuerdo ante el Slavia en Praga, y dos esta temporada tras el susto que dio en Getafe, el del Cluj y el del Osasuna. En total, 43 días de baja en casi dos temporadas completas.
Pero es que en su anterior equipo, el Basilea, sólo se perdió diez partidos en cuatro temporadas. De hecho, llegó a Suiza en el verano de 2014 y hasta octubre de 2015 no estuvo de baja, apenas tres días por una magulladura en su rodilla. Su ausencia más larga fue entre noviembre y diciembre de 2015, cuando se perdió cinco partidos, y además fue por una lesión que nada tiene que ver con la rodilla, pues sufrió un desgarro muscular en los aductores.
Así pues, en estos últimos seis años Vaclik sólo se ha perdido 17 partidos por lesión, llegando a jugar 257 partidos desde 2014. Anteriormente jugó 94 partido en el Sparta de Praga, 40 en el Viktoria Zizkov y 33 en el Vitkovice, sin que quedara reflejada ninguna ausencia por problemas físicos.
Además, Vaclik ha demostrado ser capaz de recuperarse de sus problemas físicos rápidamente, por ejemplo en el derbi de la primera vuelta. Se retiró lesionado en el entrenamiento de la víspera, pero estuvo disponible para Lopetegui para ser titular en el Benito Villamarín. Algo parecido sucedió con su última lesión en el partido ante el Getafe CF, que hizo saltar las alarmas, pero dos semanas después volvió al once inicial.