No pudo empezar de peor manera para el Sevilla FC el duelo ante el Wolves. Apenas se rondaba el cuarto de hora cuando Diego Carlos cometió penalti sobre Adama Traoré. Una pena máxima que sazonaba los cuartos de final con sabor amargo... hasta que apareció Bono.
El marroquí esperó hasta el último segundo, miró a los ojos a Rául Jiménez y se convirtió en el primer portero que le para una pena máxima al mexicano. 26 penaltis había tirado Raúl Jiménez en su carrera hasta este martes. No había fallado ni una pena máxima en clubes.
8 goles con Wolves, 5 con Benfica, 9 con México y 5 con América. Solo había fallado uno en su carrera pero lo hizo con su selección. Hasta que llegó Bono, que le cortó la racha de 21 goles consecutivos desde los once metros.
Revive la parada del guardameta marroquí en ElDesmarque.