Ivan Rakitic es desde hace unas semanas jugador del Sevilla FC. El croata regresa a un equipo que acaba de conquistar la Europa League y que viene de una racha extraordinaria de resultados. Siempre muy identificado con la ciudad y sus tradiciones, el croata reconoce en su entrevista con ElDesmarque, que una de sus deseos es salir de costalero algún día.
Gracias a su suegro y la familia de sus esposa, el croata quiere ponerse el costal pero no sabe cuándo. "Pues la verdad es que no sé si mi contrato lo permite o no, no te voy a mentir. Pero sí que me gustaría, claro que sí. Si no está la posibilidad ahora jugando, pues el día que pueda ser yo encantado. Se lo comenté muchas veces a mi suegro que él salió muchos años como costalero. Yo encantado de poder rendir, de alguna manera, homenaje a mi suegro y agradecerle a él y a mi suegra todo lo que han hecho por mí durante todos estos años. Son como mis padres. Para toda la familia de Raquel la Semana Santa es muy importante. Cuando venían a Barcelona, ya fuera enero o febrero, él se ponía la Semana Santa para escuchar y verla. Eso transmite mucho a mis hijas y es muy especial para mí.
Por el momento, el centrocampista no tiene claro a qué hermandad acompañaría. Sin embargo, quiere sentir ese pellizco que su suegro le ha transmitido. "No la verdad, no lo tengo claro. Mi suegro salía en Los Panaderos. Pero yo muchas veces hablo con mi suegro y veo a ver si él me puede orientar. Más que mi suegro no puede saber nadie de eso. Yo se lo digo muchas veces. A mí lo que más ilusión me hace es que él se pueda identificar conmigo, o que quiero salir de costalero gracias a él. Da igual el paso que sea. Tú cuando empieces a sentir, sientes algo que es único. Él quiere que yo sienta lo mismo", concluía Ivan Rakitic.
Quillo, Iván, eso no puede ser así. Tú tienes que salir de costalero en la Hermandad que sientas. Si son Los Panaderos por tradición familiar, pues de escándalo. Y si es en el Nazareno de Pino Montano porque es el barrio de tu familia, pues de lujo. Pero eso de pensar que da igual el paso, no va así, miarma. Tú estás un día en la calle viendo una chicotá, qué te digo yo, del Sentencia, y dices: "Yo tengo que calzá ahí abajo". Y después te pones en nómina para entrar. El paso debajo del que te metas te tiene que poner el vello como arcayatitas gitanas, cojones. Un abrazo, rubio.