No termina de pillarle el punto el Sevilla FC a la presente temporada. El cuadro de Julen Lopetegui compagina, a veces, trazos de un gran nivel de fútbol con momentos de desconexión total. Una irregularidad que se ratifica en el historial de partidos, en el que se envalentona ante los grandes y titubea cuando es favorito. Un hándicap que volvió ante el Éibar, que exprimió al máximo las carencias del cuadro sevillista.
Aunque no ha ganado ninguno de ellos, los mejores partidos del Sevilla FC llegaron ante los grandes. Tuvo contra las cuerdas al Bayern de Múnich, actual campeón de la Champions League y la Supercopa de Europa. Empató y mereció mucho más contra el FC Barcelona, en el Camp Nou, y se quedó con sabor 'amargo' al no conseguir el triunfo frente al Chelsea.
Un destape que lo consolidó como uno de los equipos más sólidos de Europa, sin contar las exhibiciones ante Roma, Manchester United e Inter de Milán. Por contra, el equipo no ha convencido cuando, a priori, era superior al rival.
Ante el Cádiz tuvo que remontar el 1-0 inicial y no fue hasta el minuto 90 cuando le dio la vuelta al marcador. Mismo sufrimiento que contra el Levante, en un duelo que se desequilibró también fuera del tiempo reglamentario (minuto 92). Cayó derrotado en Granada y este sábado, frente al Éibar, evidenciando algunos errores que condenaron al equipo.
Con esta derrota, ya son cuatro los partidos que acumula el Sevilla sin conocer la victoria. Además, lleva tres encuentros sin anotar un solo gol, lo que evidencia las carencias ofensivas del equipo. Así las cosas, los de Lopetegui suman dos citas seguidas hincando la rodilla.
Hay que remontarse al 22 y 26 de septiembre de 2019 (0-1 ante el Madrid y 3-2 con el Eibar), cuando fue la primera, y única vez hasta la fecha, que el Sevilla de Lopetegui encadenaba dos derrotas.