Vuelve la seña de identidad del Sevilla de Lopetegui

Si el Sevilla FC se caracteriza por algo desde la llegada de Julen Lopetegui al banquillo nervionense es por su fiabilidad defensiva. Desde que el vasco se hizo cargo del equipo quedó atrás la sensación de verbena que ofrecía la retaguardia sevillista en las temporadas anteriores, en las que ni Sampaoli, ni Berizzo, ni Montella, ni Pablo Machín, ni incluso Emery en alguna de sus campañas, pudieron apuntalar a una defensa que ofrecía demasiadas facilidades, especialmente con los dos últimos. Joaquín Caparrós, como medida de urgencia, sí puso otros pilares defensivos al equipo para salvar dos temporadas seguidas.

Los números hacen las diferencias evidentes. En la 2016/17, con Sampaoli, el Sevilla recibió 47 goles en la competición liguera; en la 2017/18, con Berizzo, Montella y Caparrós, fueron 58 los tantos encajados; mientras que en la 2018/19, con Pablo Machín y, de nuevo, Caparrós al mando, encajó otra vez 47. Unai Emery acabó sus tres temporadas completas con 52, 45 y 50. Números que contrastan con la primera temporada de Lopetegui, en la que fueron sólo 34. Únicamente en diez partidos recibió más de un gol, y sólo en dos más de dos goles.

Pero la clave del equipo la pasada campaña fue la capacidad de mantener la portería a cero, algo que consiguió en 17 partidos, casi la mitad de los compromisos ligueros del cuadro de Lopetegui.

Sin embargo, esta campaña la competición doméstica no ha comenzado igual y los problemas defensivos son mayores que en la primera campaña del de Asteasu al mando. El Sevilla sólo fue capaz de mantener la portería a cero en dos ocasiones, ante el Levante y este sábado ante Osasuna, y eso significa que la victoria está prácticamente asegurada, como así ha sido en estos dos partidos.

En los otros seis partidos de LaLiga ha encajado goles y sólo fue capaz de ganar ante el Cádiz CF, empatando ante el FC Barcelona y cayendo derrotado de forma consecutiva ante el Granada CF, el SD Éibar y el Athletic Club. De hecho, en ese tramo de partidos igualó la peor racha defensiva del pasado ejercicio, cuando recibió goles en cuatro partidos seguidos entre las jornadas 5 y 8, saldadas con tres derrotas y una victoria.

En la Liga de Campeones sí ha sido capaz de dejar en dos partidos la portería a cero, empatando ante el Chelsea y venciendo al Rennes. Ante el Krasnodar remontó un 0-2 que llegó en una de las mayores pájaras defensivas que se le recuerdan a este equipo.

En total, el equipo de Lopetegui ha conseguido acabar sin goles encajados en cinco de los seis últimos partidos que ha disputado en el Ramón Sánchez-Pizjuán, tres de esta campaña y otros tres de la anterior, y sólo el Éibar fue capaz de marcarle.

Los equipos se construyen desde atrás, y eso lo tiene muy claro el entrenador vasco y el equipo en general. Así llegaron los éxitos de la pasada temporada y es el primer camino para conseguir reverdecer laureles en la actual.