El sistema 'antilesiones' de Acuña
Marcos Acuña no ha viajado con Argentina después de retirarse lesionado del partido del Sevilla FC ante el CA Osasuna. En la primera mitad, el ex del Sporting de Portugal se echó la mano a la parte posterior del muslo tras un pase en largo y acto seguido pidió el cambio, siendo sustituido por Sergio Escudero.
Lo primero que hizo el club cuando acabó el partido fue valorar la lesión, y al día siguiente la selección argentina decidió desconvocarle de la lista que Lionel Scaloni había ofrecido para los partidos ante Paraguay y Perú.
No es la primera vez que Acuña sufre una dolencia similar y, de hecho, en su última concentración con Argentina le pasó en el partido ante Ecuador, disputado en La Bombonera. El lateral sevillista, que aquel día jugó como extremo, aguantó hasta el minuto 70.
Según reportó un día después la AFA, el de Zapala sufrió una sobrecarga muscular en el isquiotibial de la pierna derecha, exactamente lo mismo que en el Sevilla-Osasuna. Acuña paró, no jugó contra Bolivia y estuvo disponible para el regreso liguero en el campo del Granada, donde jugó como titular y completó 72 minutos.
Prácticamente un mes después, al lateral izquierdo sevillista le ha pasado lo mismo, y el club informa de que tiene unas molestias musculares, que quedan pendientes de evolución. Sin embargo, en el Sevilla son optimistas con su recuperación, y es que Acuña tiene una capacidad de detección de sus problemas físicos admirable.
La lesión que ha sufrido es habitual en su carrera. De hecho, en noviembre de 2017 ya sufrió un pinchazo en el isquiotibial derecho en un pase en largo, que ya le dejó sin ir a una convocatoria de la selección argentina, dirigida entonces por el exsevillista Jorge Sampaoli. El futbolista es capaz de identificar cuando su isquiotibial derecho está cerca de romperse, y por tanto es perfectamente consciente de cuál es el momento de parar para evitar una lesión mayor. Una muestra más de la profesionalidad que también desprende desde el césped.
En todo caso, no enciendan las alarmas, el jugador que llegara del Sporting de Lisboa apenas se ha perdido diez partidos por problemas físicos en tres temporadas en el club luso, y nunca ha estado más de tres encuentros seguidos sin jugar. Ahora, se espera que pueda estar incluso para el partido ante el Celta de Vigo con el que comenzará el tramo final de competición del año 2020.