El 'cofrade' Rakitic, un devoto más en la veneración a la Esperanza de Triana

Ivan Rakitic estaba deseando volver al Sevilla FC para jugar en el equipo de sus amores, pero también por regresar a la ciudad de su familia política. Raquel Mauri, su esposa, es una sevillana de pura cepa y ha sabido inculcarle lo más importante de las tradiciones hispalenses al futbolista croata, que se confiesa enamorado de ellas, especialmente de la Semana Santa.

Tanto es así, que aunque Rakitic ha regresado a la ciudad en un momento especialmente difícil para las hermandades y las manifestaciones públicas que estas hacen, en cuanto ha podido no ha querido desaprovechar la oportunidad de vivir de cerca uno de los momentos más señalados en el calendario cofrade.

En las vísperas del Día de la Esperanza, las imágenes marianas con más devoción de Sevilla se exponen en devota veneración en sus templos, siendo la más madrugadora la Esperanza de Triana, que abrió este martes la Capilla de Los Marineros para este acto de devoción.

Rakitic no ha querido perder la oportunidad de ver de cerca a la venerada imagen de la Esperanza, y se ha dado cita en la calle Pureza, como un devoto o hermano más de la corporación trianera, haciendo la pertinente cola para pasar por delante de Ella. El croata, además, no se ha escondido, pues pese a que ha acudido con la pertinente mascarilla, lo ha hecho con una personalizada con su logo personal, formado por sus dos iniciales ‘IR’.

El futbolista, que ha expresado en numerosas ocasiones su intención de ser costalero cuando el fútbol se lo permita, no podrá vivir una Semana Santa plena en 2021, justo cuando coincide con el parón de selecciones y él ya se ha retirado de la selección croata, pero sí que vive in situ el inigualable ambiente cofrade de la ciudad tres seis años en Barcelona.