Querido minuto 80 (y II)
Querido minuto 80. Nunca el Sevilla FC debió serte infiel. Marcar un gol en la primera parte es una puñalada a vuestra relación de amor, y por eso el empate del Real Valladolid hace tres días fue merecido. Como decíamos entonces, los de Julen Lopetegui te necesitan y contigo son felices. Por eso, Suso tomaba la pelota mientras el cronómetro pasaba a tu mágica cifra y segundos más tarde marcaba; por eso ocho de sus 15 goles en LaLiga Santander han sido a partir de tu llegada.
Tres puntazos los que se ha llevado el Sevilla en Mestalla, en un partido vibrante en el que los de colorao -primera vez que visten su clásica segunda equipación en esta Liga- fueron acreedores de la victoria desde el minuto 1 hasta el 93, a pesar de que este Valencia en deconstrucción también tuvo las suyas y fue un rival más que digno.
Se le achacó, con motivo, a Lopetegui, que echó el equipo atrás y se sobró cuando llegó el 1-0 ante los pucelanos. Quedaba una hora de partido y eso, rara vez, no acaba en empate del equipo rival.
Este martes, el Sevilla asaltó Mestalla ocho años después con un planteamiento radicalmente distinto. Radicalmente parecido a la primera media hora del sábado. Verticalidad, intensidad, velocidad y siempre hacia arriba. Disparos desde fuera -hay que ajustar la mirilla- para ir metiendo al rival en su área y acabar venciendo, precisamente, con uno de esos anhelados tiros lejanos. Recuerden, cuando uno chuta a puerta pueden pasar varias cosas y ninguna es mala.
Pero si hay algo que destacar es el desempeño del equipo desde el gol en adelante. Hasta ahora, los de Lopetegui se dedicaban a guardar la ropa y aguantar el 0-1. En Mestalla, tras el gol, los de rojo se fueron a por el segundo, dominaron la pelota, anularon al rival e incluso pudieron marcar el 0-2 en una ocasión increíblemente marrada por Munir. Diez magníficos minutos que supusieron todo un manual sobre cómo aguantar un resultado.
Hasta ahora, los de Lopetegui se dedicaban a guardar la ropa y aguantar el 0-1. En Mestalla, tras el gol, los de rojo firmaron diez magníficos minutos que supusieron todo un manual sobre cómo aguantar un resultado. Es el camino
Es el camino. Es más bonito si sucede antes de que los partidos empiecen a morir, o al menos más tranquilo. Pero esta es la denominación de origen de un Sevilla de Lopetegui que, de momento, está donde debe estar.
será esto posible, ver un equipo con entidad, sabiendo a lo que juega, muy bien dirigido, administrando su fuerza y resistencia, el trabajo y su descanso, tres competiciones sin apenas 10 días de descanso después de ganar una Europa ligue y en medio una pandemia.-haced memoria y recordar el tiempo que cuando sonaban los tambores en nuestra ciudad el equipo se había caído. ahora unos profesionales velan para que eso no se repita. yo que ante todo soy resultadista grito a los cuatro vientos. BENDITO MINUTO OCHENTA. viva el sevilla
Lo dicho Lopetegui nos hará un poquito más grande, partido completo y serio de los coloraos como diría el maestro Bilsrdo.