La polémica de Julen Lopetegui y Bordalás, a raíz de la entrada de Djené a Ocampos en el Sevilla-Getafe, ya es agua pasada. Tras una reacción efusiva, el propio entrenador pidió disculpas en la rueda de prensa. Un gesto que le reconoce su honradez y que han apremiado en el club, tanto Monchi como el presidente José Castro.
De hecho, y aunque es una práctica habitual en el presidente, José Castro ha seguido de cerca los progresos de la plantilla en las horas previas a las semifinales de Copa del Rey. Además arropó in situ al entrenador, participando incluso en la charla a la plantilla. Unas imágenes que recogieron las cámaras de Mediaset.
Este lunes Bordalás dijo que esperaba una disculpa del entrenador sevillista: "Me hubiera gustado recibir una llamada de disculpa de Lopetegui. Es lo que yo hubiera hecho en su lugar. Considero mi expulsión totalmente injusta".
Lopetegui no quiso volver a valorar la polémica y la llamada que reivindicó Bordalás, aunque sí dejó claro que el único damnificado es Ocampos: "Ya dije todo lo que tenía que decir respecto al partido de Liga. Estamos totalmente enfocados en un partido precioso y exigente como es el de mañana. En todo caso, la única víctima que había aquí es Lucas Ocampos".