Hay pocas cosas más sevillanas que un derbi. Quizás nada vertebra tanto a la ciudad como el fútbol, o más bien, su eterna rivalidad. Los nervios del antes, la tensión del durante y la guasa/polémica del después. Aunque son mucho más descafeinadas que hace años, también forman parte del ADN de la ciudad las bravuconadas previas, casi como La Borriquita por la rampa, la copa de manzanilla en la Feria o los bares llenos de caracoles en primavera.
Esta vez los protagonistas fueron Monchi y Ángel Haro. ¿Qué sevillista no pensó que su director deportivo se había cargado el derbi? ¿Qué bético no se arañó la cara pensando que su presidente había nivelado la balanza? Los dos saldaron después esas algaradas con un gran homenaje a la ojana más sevillana, matizando unas palabras que abrían las carnes de sus seguidores a la par que llenaba de confianza la alforja del rival.
Detengámonos, no obstante, en las palabras del presidente verdiblanco, en las que comentó que en lo deportivo Real Betis y Sevilla FC estaban en el mismo escalón. Luego, desde el club, se deslizó que se refería a que podía competirle de tú a tú en un partido. Los hechos le dan la razón en lo segundo, si es que es cierto que se refería a eso, pero en el caso de que fuera la contrario, los mismos hechos se lo rebaten claramente.
Porque el Betis ha sido capaz y capataz de competir los dos derbis al Sevilla. En el primero fue incluso mejor, y en el segundo tuvo tramos en los que parecía que iba a ser capaz de meterle mano al eterno rival. Pero no lo hizo. ¿Por qué? Pues porque todavía le falta mucho músculo para subir algún que otro peldaño, más de uno y más de dos, en esa escalera deportiva en la que desde Nervión le miran desde arriba desde hace algunos lustros.
Desde que Julen Lopetegui entrena a los blanquirrojos, estos han ganado tres partidos y empatado otro. Ha ganado siendo mucho mejor, algo mejor y en un partido igualado. Empató siendo unánimemente peor. Cuatro muestras para el botón que indica que el Sevilla, hoy en día, mira a su eterno rival desde arriba de la escalera. Este domingo, sin ir más lejos, venció a lo equipo grande: siendo consciente de sus limitaciones, también de las del rival, y aprovechando los momentos que el partido le iba a brindar, sí o sí, por la diferencia de calidad.
Desde que Julen Lopetegui entrena a los blanquirrojos, estos han ganado tres partidos y empatado otro. Cuatro muestras para el botón que indica que el Sevilla, hoy en día, mira a su eterno rival desde arriba de la escalera.
Ni el Betis del mejor entrenador que ha pasado por el banquillo del Villamarín en lustros ha sido capaz de disputarle la supremacía en el derbi. Ni siquiera tras las extenuantes batallas de Barcelona y Dortmund. Ni siquiera un equipo verdiblanco que apunta claramente a Europa.
Desde la parte alta de la escalera, se divisan las cosas de manera mucho más sencilla, mientras que desde la de abajo la mejor manera de subir es no pensar si alguien te lo taponará más arriba.
Si es como si los miramos desde la 5 planta del corte inglés con una Europa league debajo del brazo y ellos estuvieran en el semisótano con un Teresa Herrera.🤫🤫🤫😭😭😭😭🤣😂🤣😂🤣
Pues haber si se enteran, que tienen solo fachada como su medio campo, son un medio equipo.
Donde estan los de las pintadas en el sanchez pizjuan eeee el carma 1 a 0 y a dormir 😴