El Sevilla FC está ante una temporada magnífica, que puede convertirse en histórica si es capaz de hacer la machada en LaLiga Santander. Anda cuarto, a tres puntos del líder, y en plena lucha con el Atlético de Madrid, el FC Barcelona y el Real Madrid por el título liguero. Pero hay más, porque uno de los grandes baluartes de este magnífico ejercicio, Yassine Bono, podría hacer historia en la entidad del Ramón Sánchez-Pizjuán.
Y es que el club nervionense nunca jamás ha tenido un portero capaz de alzarse con el Trofeo Zamora. Sí ganó Juan Arza el Pichichi en la temporada 1954/55, pero nunca ha disfrutado el Sevilla de tener al guardameta menos goleado de LaLiga Santander, y ahora el portero marroquí lucha por ello.
En estos momentos, Bono es el segundo clasificado en el ranking de porteros menos goleados, sólo superado por el colchonero Jan Oblak. El jugador nacido en Quebec ha encajado sólo 21 goles en los 29 partidos que ha disputado, dejando su portería a cero en 14, casi la mitad. Nadie ha recogido menos veces la pelota de la red, pero en la clasificación del Zamora cuenta el porcentaje y el sevillista se ha perdido cuatro partidos en este ejercicio.
Así las cosas, su porcentaje es de 0,72 goles encajados por partido, mientras que el de Oblak es de 0,67 goles, pues ha encajado 22 tantos, pero en 33 apariciones. Bono supera por poco a Thibaut Courtois, que tiene un porcentaje de 0,73. Por su parte, Ter Stegen ha encajado una media de 0,88 goles por aparición.
Además del reto de conseguir alzar su segundo título liguero 75 años después, el Sevilla tiene puestas sus esperanzas en Bono para lograr el primer Trofeo Zamora de su historia, 66 años después de que Arza inaugurara el palmarés sevillista en los trofeos individuales de LaLiga española.