Koundé "probablemente" se perderá los octavos por molestias
El combinado francés afronta con incertidumbre el duelo de octavos de final frente a Suiza. El partido se disputará este lunes, a las 21.00 horas, en el National Arena de Bucarest. Una cita que "probablemente" se perderá Koundé por molestias, al igual que Digne y Marcus Thuram, además de Ousmane Dembélé, ya que otros como Lucas Hernández, Rabiot o Lemar han superado los problemas que aquejaban en los últimos días.
Respecto al lateral del Sevilla FC, ha sido el propio seleccionador Francés, Deschamps, el que ha desvelado en sala de prensa que "probablemente" será una de las ausencias ante Suiza: "Lucas Digne, Marcus Thuram y probablemente Jules Koundé no están disponibles. Por otro lado, Lucas Hernández debería estar disponible".
Koundé, una de las ausencas en defensa
La campeona del mundo y principal favorita para llevarse la Eurocopa llega a Bucarest tras liderar el llamado 'Grupo de la Muerte', en el que disputó dos grandes encuentros ante Alemania y Portugal que se saldaron con una victoria (1-0) y un empate (2-2), respectivamente.
Con un fútbol muy vertical y un tridente ofensivo que asusta a media Europa, los de Didier Deschamps afrontarán el partido con dudas en el lateral izquierdo y tres días de descanso menos que sus rivales, un factor que el defensa Jules Koundé cataloga de "desventaja".
La gran duda en el once titular está en la defensa, con la lesión de Lucas Digne en el partido anterior y su recambio, Lucas Hernández, que llega con molestias. En el caso de estar ambos indispuestos, Rabiot, si llega a tiempo, se vería obligado a retrasar su posición para jugar como lateral, una posición inusual para él.
Otra opción es que Francia cambie el dibujo táctico por un 3-4-1-2 y salga con tres centrales, Varane, Lenglet, Kimpembe, con Pavard en el carril derecho y Rabiot en la izquierda, mientras que en centro del campo estén Kanté y Pogba.
Además de las bajas de los laterales también se pierde el resto de la Eurocopa por lesión Dembélé, por lo que las ausencias en el equipo galo se están convirtiendo en un quebradero de cabeza para Deschamps.