Este lunes se cumplirá una semana desde que Erik Lamela se convirtiera en nuevo jugador del Sevilla FC. El argentino entró en la operación de venta de Bryan Gil al Tottenham Hotspurs y, cosas de la vida, en apenas unos días se ha cruzado con los dos entrenadores más importantes de su carrera.
Lamela se incorporó el lunes a la disciplina sevillista en Lagos, y el martes se vio las caras con Mauricio Pochettino, actual entrenador del PSG. Del mismo modo, este sábado se cruzó también en el Estadio del Algarve con el actual entrenador de la Roma, un José Mourinho con el que también coincidió en el Tottenham y que comienza ahora su etapa en el equipo que le trajo a Europa.
Los dos tuvieron el detalle de pararse unos minutos con él antes del pitido inicial, aunque el último fichaje sevillista no ha participado aún en ninguno de los dos partidos, viéndolos desde las despobladas gradas del estadio más importante del sur de Portugal.
Se da la circunstancia de que Pochettino y Mourinho son los dos entrenadores más importantes de la carrera del argentino. Su compatriota fue técnico del Tottenham durante casi seis temporadas completas -1.967 días-, en las que alineó a Lamela en 183 partidos. En ellos marcó 31 goles y otorgó 40 asistencias a sus compañeros. Los mejores años de su vida.
A Pochettino le sustituyó ‘Mou’, que estuvo 516 días en el cargo y también le dio mucha bola al nuevo jugador sevillista, aunque menos que el anterior entrenador. No obstante, Lamela disputó 54 de los 86 partidos en lo que el ex del Real Madrid dirigió a los Spurs, marcando cinco goles y dando tres asistencias. El siguiente entrenador que más veces contó con el jugador fue Luis Enrique, que lo alineó en 31 ocasiones en su etapa en la Roma.
Ahora, a Erik Lamela le toca convencer a Julen Lopetegui de que es la pieza que necesita para dotar de consistencia al ataque del Sevilla. La relación con sus dos exentrenadores, a tenor de lo visto, parece bastante buena. Que sea así también con el de Asteasu.