El Sevilla solventó una eliminatoria que podía despertar ciertas dudas visto lo visto hasta ahora en la Copa del Rey. Salvo 10 minutos en la segunda parte, el equipo de Lopetegui controló el choque, dominó la pelota y realmente sufrió entre poco y nada. Un golazo de Koundé en la primera parte y otro de Rafa Mir en la segunda parte cerraron la eliminatoria. El Sevilla estará en los octavos de final de la Copa del Rey.
La primera parte del Sevilla no fue nada del otro mundo. Dominó ante la tibia presión del Zaragoza, pero en líneas generales sufrió menos que contra el Córdoba o ante el Andratx. Durante los primeros cuarenta y cinco minutos el choque fue por los derroteros que quería el Sevilla. Es decir, que pasaran pocas cosas y controlar el partido a través del balón. Y es que el equipo fue de menos a más. Dmitrovic no sufrió nada y el Sevilla se puso por delante en una acción solitaria. Koundé agarró una pelota esquinada desde fuera del área y anotó un golazo con su pierna derecha. El galo estuvo jugando por momentos de lateral derecho y, sin duda, fue el más incisivo del Sevilla.
En la segunda parte cambió la tónica en el inicio. Dos tarjetas amarillas absurdas para Gudelj y Diego Carlos, y el empuje momentáneo del Zaragoza con varios saques de esquina, inquietaron algo la portería de Dmitrovic. A pesar de esa tibia ofensiva, el Sevilla ya tenía en el campo a Rafa Mir. El cambio en el descanso de Lopetegui daba un indicativo de que iba a por el partido. Cuando pasó la endeble congoja, el delantero resolvió el encuentro. Una gran jugada y pase de Ocampos puso al murciano en ventaja y delante del portero. Rafa Mir solventó con tranquilidad y anotó el segundo gol en la primera que tuvo.
A partir de ahí se acabó la eliminatoria. Lopetegui quitó a Ocampos del terreno de juego para evitar cualquier lesión y, con todo ello Rafa Mir pudo meter el tercero en un error del portero ratón.
Con muchas bajas y trabajo continuo, el Sevilla volvió a ganar otra vez. Habrá que ver qué tiene Rekik. El holandés iba a jugar pero se lesionó en el calentamiento y dejó su lugar a Diego Carlos. Los Reyes le trajeron al Sevilla su pase a octavos.
Sin levantar la voz, sin iconos efímeros, Juanmigueles de turno, estampitas de marras o el chiste del día. Sin complejos. Creciendo. Mirando al frente, persiguiendo el único escalón que nos queda por delante en Liga. A un nuevo reto en la Copa e intentar meter otra Europa League más en nuestras vitrinas ¿cabrá otra? 😂 Así quiero yo a mi equipo y mi gente; sin complejos, en busca de nuevo de la gloria deportiva. Para todo lo que no sea este camino de gloria: distancia sideral. Dos finales se disputarán en mi querida Ciudad, dos Objetivos para el equipo que pasea, abandera y defiende con orgullo su Nombre. Seguimos... Pasito a pasito... Rafa Salado.