El delantero argentino del Sevilla Lucas Ocampos ha considerado que, pese a la ventaja de un gol en la ida de los octavos de Liga Europa ante el West Ham inglés (1-0) en el Sánchez Pizjuán, la vuelta de este jueves en el Olímpico de Londres "no va a ser fácil" y "no hay nada cerrado".
El punta de Quilmes lamentó perderse el partido por sanción al ser amonestado en la ida y cumplir ciclo de amarillas y, en este sentido, señaló que "cuando pasan estas cosas", lo sufre "porque son partidos cruciales que le gusta jugar a cualquiera".
"Me quedo acá solo, seguramente nos juntaremos los chicos que no viajan para verlo con ellos. Cuando estás mirando algo que está en tus intereses es complicado gestionarlo, no va a ser fácil ya que no está nada cerrado, pero yo voy a muerte con mis compañeros ya que veo la competitividad que hay", reflexionó Ocampos.
Indicó que "el vestuario es de diez" y, aunque "siempre hay alguna diferencia", éstas "son de las que te hacen crecer como jugador y como grupo", en el que "todos se han ido amoldando a la filosofía de (Julen) Lopetegui", el entrenador del Sevilla.
Se refirió, entre otros asuntos, al empate de su equipo en la pasada jornada liguera ante el Rayo Vallecano (1-1) y señaló que ya han asimilado "esos puntos dejados en Madrid y ya pensando en lo que viene porque no hay tiempo para lamentarse".
Sobre su momento personal, dijo que no proyecta "casi nunca a futuro lejano" y que va "día a día porque el fútbol es así. Ahora estoy en un momento muy bueno, volví a reencontrarme conmigo mismo y quiero seguir formando parte de este club y peleando por objetivos como desde el primer año que llegué", apuntó.