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Las claves de un Sevilla más reconocible: presión alta y verticalidad

Acuña y Delaney ante el Sporting (Foto: EFE)
Acuña y Delaney ante el Sporting (Foto: EFE)
DMQ
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Periodismo es decir lo que no quieren que digas

Más allá del resultado, hay algo esperanzador en este Sevilla. Por momentos (en la segunda mitad la imagen se diluyó) volvimos a disfrutar de los rasgos que tantos éxitos le dieron al club de la mano de Julen Lopetegui. Ya lo venían advirtiendo los que saben de primera mano el cómo está entrenando cada día el equipo. El "se juega como se entrena" no es baladí esta vez y aunque aún sea pronto para sacar conclusiones en firme, lo visto hasta la fecha refleja que el Sevilla FC ha recuperado las señas de identidad que le hicieron tocar plata hace un par de años.

Un equipo mucho más reconocible, imponente en el plano físico, con la defensa adelantada, generando muchos errores del rival con la presión en bloque alto y siendo más vertical que de costumbre. Vive en campo contrario.

Un Sevilla mucho más vertical

En la primera mitad ante el Sporting Lopetegui acumuló gente de calidad en zona de creación, siendo incisivo, con un juego pragmático y ofensivo. Una apuesta muy clara de ir a por el rival, incomodándole en su salida y en las transiciones. Recupera y mira hacia adelante. A uno o dos toques, gestionando los ataques con mucho criterio y pisando campo contrario cuando el rival ni siquiera lograba replegar por completo.

Sin tantos pases horizontales como antaño, el equipo se recomponía de inmediato, superando líneas con celeridad y sorprendiendo al rival con la alternancia de los movimientos de Tecatito y Óliver Torres, quienes intercambiaban sus posiciones en zona de tres cuartos. Sobre todo en la primera mitad, el Sevilla regaló momentos de gran fútbol. De lo que tanto gusta en Nervión. Una muestra inequívoca de lo citado fue el primer gol.

Una presión asfixiante en campo rival generó dudas en Antonio Adán, quien sorteó la pelota y la dejó por error en zona de tres cuartos. Ahí la recogió Óliver Torres, quien de inmediato levantó la cabeza y asistió a Tecatito, que, aprovechando la indecisión de la zaga del Sporting, anotó el primero. Rasgos que gustan mucho al sevillismo y que recuerdan a aquel equipo competitivo, ambicioso y que desespera a los rivales. Buena pinta tiene... La regularidad y el tiempo dirán.

El once del Sevilla ante el Sporting (Foto: SFC)