Siete encuentros tuvo que esperar el Sevilla FC para volver a ganar. El duelo de este sábado se decantó gracias al golazo de Nemanja Gudelj, protagonista por méritos propios en el triunfo de un equipo que se mantiene invicto desde la llegada de Jorge Sampaoli. Una jugada cuyo desenlace tuvo un trasfondo muy especial, con el karma de por medio respondiendo a una acción cuando menos reprochable (al menos en clave sevillista) por parte del RCD Mallorca.
Para entender el origen del entuerto hay que remontarse al minuto 47. Por aquel entonces Idrissu Baba propinaba a Gudelj un golpe en la cara que obligaba al serbio a ser atendido por los servicios médicos. El árbitro le invitó a salir del terreno de juego para ser atendido.
El juego se reanudó y el centrocampista parecía estar en condiciones para volver al campo, como así se lo recriminó insistentemente Sampaoli al cuarto árbitro. No obstante, la norma dice que el juego debe estar parado para que el colegiado compruebe el estado del futbolista antes de su regreso al terreno de juego.
Fue entonces cuando Bono echó la pelota fuera para que su compañero pudiese regresar. Hasta ahí bien. Ya en la reanudación, era el Mallorca quien debía poner la pelota en juego y para sorpresa de los sevillistas... no devolvió el balón pese a que había sido Bono quien se la había entregado para que pudiese regresar Gudelj.
El Mallorca no restituyó el balón... pero en la presión el Sevilla recuperó la pelota y un minuto después, sin salir el propio esférico, la jugada terminó con gol de Gudelj. Quién si no. Debía ser él. Y eso que el rival no devolvió la pelota. En el vídeo que encabeza la noticia puedes ver repetido el gol.
Me ha recordado cuando el Valencia empezó a tirar balones al campo cada vez que el Sevilla atacaba, y boooom gol en el último segundo en un córner y Joaquín llorando como una magdalena, jajaja jajaja jajaja, inolvidable ese Emeri corriendo la banda de Mestalla, estalló Mestalla, jajaja jajajajaja