Dos meses que son seis

A este Sevilla FC parece que se le empieza a pasar la efervescencia de la llegada de Jorge Sampaoli, que sigue sin perder, que el sábado logró su primera victoria, pero que ha firmado en los dos últimos partidos dos actuaciones que a Julen Lopetegui le habría valido cientos de críticas.

Si en Mallorca se impuso gracias a un nuevo orden defensivo que lidera Marcao, ante el Valencia CF se ha evidenciado que el brasileño, a día de hoy, es medio equipo. Exhausto tras tres partidos completos después de meses sin jugar, el central que llegara del Galatasaray ni siquiera ha entrado en la lista de convocados, y el equipo ha vuelto a mostrar su peor cara defensiva, especialmente en la primera mitad.

Lo de los centrales es para estudiarlo. Confirmado que Marcao ni siquiera se vestía de corto, se confirmó que sin Marcao la defensa es un sainete. Los tres que jugaron fueron acumulando malas noticias para el equipo una tras otra. Carmona, superado por un Cavani que juega ya a las tres cartitas, duró media hora en el césped porque era un coladero; Nianzou se tuvo que ir lesionado; y Kike Salas fue expulsado con un penalti absurdo al final que Bono se encargó de enmendar.

Confirmado que Marcao ni siquiera se vestía de corto, se confirmó que sin Marcao la defensa es un sainete. Los tres centrales que jugaron fueron acumulando malas noticias para el equipo una tras otra.

Montiel y Acuña participaron como centrales en la primera parte. En el descanso se quedaron en el banquillo. El único de los que pisó la zona maldita y se salvó de la quema, vean cómo está el equipo, fue Gudelj, al que hay que agradecerle el magnífico compromiso que está aportando ante la ausencia de Fernando, del sustituto de Fernando, de Marcao, del sustituto de Marcao y de los no pocos jugadores que den molla a la plantilla y que no están ni han venido.

Por Nervión no se recuerda nada igual. Dos meses se han cumplido desde el primer partido como local de la temporada, y los sevillistas no han bajado todavía las escaleras del Sánchez-Pizjuán con el sabor de la victoria en la boca. Cuatro derrotas y cuatro empates son los tristes números sevillistas ante los suyos, ante aquellos del ‘Nervión no regala puntos’.

El Sevilla no gana un partido de competición al más alto nivel en su estadio desde, ojo, el 8 de abril. Fue en Viernes de Dolores, ante el Granada y de manera agónica. No había salido ni La Borriquita.

Dos meses, dos, en la 22/23, pero si exceptuamos la victoria ante el Athletic de la última jornada del pasado ejercicio, con todo el pescado ya vendido, el Sevilla no gana un partido de competición al más alto nivel en su estadio desde, ojo, el 8 de abril. Fue en Viernes de Dolores, ante el Granada y de manera agónica. No había salido ni La Borriquita y la ciudad llevaba tres años aún huérfana de capirotes. Ahora salen pasos por todos lados, pero el triunfo del Sevilla en el Sánchez-Pizjuán se ha convertido ya en un recuerdo lejano. Dos meses dos, pero que realmente son más de seis.