Las lesiones se han convertido en un condicionante constante para el Sevilla FC, quien lleva ya mucho tiempo teniendo que lidiar contra los obstáculos médicos. En el Mundial de Qatar dos de sus jugadores tuvieron que marcharse antes de tiempo por lesión. Thomas Delaney cayó en el primer partido de Dinamarca y Alex Telles en el tercero de Brasil, en el que la canarinha solo se jugaba la honrilla ante Camerún.
En el caso del jugador cedido por el Manchester United, la primera valoración fue demoledora. Los servicios médicos de la selección brasileña deslizaron que sufría una rotura parcial grado II-III del ligamento lateral interno, más una afectación parcial del ligamento cruzado posterior de la rodilla derecha. Casi nada.
No obstante, el segundo examen trajo noticias esperanzadoras descartando el paso por quirófano. De hecho el lateral brasileño ya realiza trabajo específico en el gimnasio de la ciudad deportiva con los servicios médicos del club. La idea es que pueda estar a disposición de Jorge Sampaoli a mediados del mes de febrero, cuando regresa la competición europea y la temporada empieza a encarar el tramo decisivo, aunque todo dependerá de su evolución.
Los servicios médicos han apostado por un tratamiento conservador que acorte los plazos de recuperación. Si hubiera tenido que pasar por el quirófano se habría acabado prácticamente su periplo como sevillista, pues habría tenido muy difícil jugar en lo que resta de temporada.