Con máxima prudencia, con máximo respecto a la figura de Monchi y un buen número de recursos para intentar entorpecer lo mínimo. Ese es Jorge Sampaoli cada vez que aparece ante los micrófonos y le toca afrontar la dura realidad del Sevilla en el mercado de fichajes.
Necesitado como nunca, apretado como casi ni recordaba. El Sevilla llegó al parón provocado por el Mundial con el equipo sumergido en el descenso y con Jorge Sampaoli, recién llegado a la ciudad pidiendo incorporaciones.
Fueron Monchi, Del Nido Carrasco y hasta Pepe Castro los que mandaron repetidos mensajes sobre el mercado de fichajes de invierno. Todos optimistas, claro. Todos sabiendo que las cosas no serían sencillas.
El Sevilla ha llegado al mercado muy limitado. Era un run run que nadie quería admitir pero que ha sido Jorge Sampaoli, tan tímido como directo, el que lo ha confirmado.
Si hace una semana el técnico hablaba del precio del turrón tras los Reyes Magos, este viernes ha ido más allá y, tras recordarle a su gente que el Sevilla cuenta "con uno de los más exitosos en su puesto" como Monchi, ha recordado que el de San Fernando "tendrá sus limitaciones" para cerrar operaciones.
En estas, el director general deportivo del Sevilla va de un lado a otro -MARCA hablaba recientemente de un viaje a Francia para cerrar operaciones- agarrado a su teléfono.
Los ofrecimientos, como es habitual, son múltiples, los rumores, muchos más, pero la realidad es la que marca la cuenta blanquirroja. Toca reinventar, buscar fórmulas, apostar sin margen, y, por encima de todo, confiar al máximo en el criterio de la dirección deportiva para revertir una delicadísima situación.
Por suerte (o por desgracia) para Monchi aún quedan algo más de 15 días de mercado. Sampaoli no desconecta y espera algún chollo, a las segundas rebajas o a la liquidación final para tener nuevos argumentos.