El Sevilla FC no sacó nada positivo de El Sadar a nivel de resultados ni de ilusiones. Eliminado de la Copa del Rey, huelgan las excusas para un club con ADN ganador como el nervionense, pero al menos sí hay brotes verdes a los que agarrarse. El equipo jugó razonablemente bien y algunos jugadores tuvieron buenas actuaciones individuales, como el caso de Yassine Bono.
El portero marroquí debutó en el Torneo del KO de una manera un tanto extraña, pues tuvo que entrar en el descanso después de que Marko Dmitrovic sufriera unas molestias en el aductor que le impedían golpear la pelota, tal y como confirmó el propio Jorge Sampaoli tras el partido.
Apenas ocho minutos después de saltar al campo, con el frío de Pamplona helando hasta los huesos a todos los presentes en El Sadar, Bono se sacó de la manga la parada del año o de la temporada. Pese a estar acostumbrados a sus recurrentes milagros, los sevillistas se rindieron ante él ante una nueva demostración de un portero que se ha ganado por derecho propio estar considerado como uno de los mejores del mundo.
Una pelota centrada desde la derecha de la defensa sevillista le cayó al Chimy Ávila, que le había ganado la posición a un ‘despistado’ Acuña. El delantero argentino remató a apenas un metro del portero, pero el marroquí se abrió en espagat, al más puro estilo de Gonzalo Pérez de Vargas -héroe de la selección española de balonmano en su clasificación para las semifinales del Mundial-, y sacó la mano derecha de manera prodigiosa para evitar el primer gol osasunista, una intervención que puedes ver en el vídeo que encabeza esta noticia.
No es un paradón. Paradón es cuando la mano va al balón. Aquí es el balón quién se encuentra con el guante. Otra cosa es que Bono haya cubierto bien la portería. Pero de paradón, ni de coña. Aprendamos conceptos de fútbol.
Monchitos el sonrrisitas es el más goleado de la liga, azote, ratón y fariseos mandarme un saludo y el luisito también 🤡🎺🥁