Que te ganen, mejor que tú pierdas

Aviso para navegantes: caer en la prórroga ante Osasuna en cuartos de final no es ningún título. La historia del Sevilla FC en la Copa del Rey se acabó este miércoles en El Sadar tras caer ante los rojillos en la media hora de añadido. Doler, les dolerá igual, pero siempre es mejor que te ganen a que tú pierdas (que no es lo mismo).

El Sevilla completó, en el cómputo global, el mejor partido de la temporada. Avisamos, ese tampoco es ningún título. Y ni así le dio, esa es la realidad. Los de Sampaoli interpretaron el partido (casi) a la perfección, dominaron a uno de los equipos más en forma en LaLiga Santander y, a diferencia de otras muchas noches, aguantó hasta última hora. Con criterio, con sentido e inteligencia.

Pero, aviso para más navegantes, en el fútbol los méritos no mandan: mandan los goles y Osasuna hizo uno más. Tuvo menos balón, disparó menos, tuvo menos córners y menos acercamientos, pero marcó más. Y eso es lo que importa.

Para el Sevilla quedará la miel en los labios, la sensación de que pudieron hacer más, de que este equipo se parece poco (o nada) al que también perdió en la primera jornada ante Osasuna. Y eso, aunque menos, también importa.

En el fútbol, mejor que te ganen a que tú pierdas. El Sevilla se marcha eliminado, pero se marcha sabiendo que el equipo tiene alma, identidad, confianza, fe en sí mismo. Muchas de esas cosas que te dan puntos en LaLiga -que hoy por hoy es lo importante-. Le faltan otras tantas, Monchi tiene la oportunidad de cazarlas en estos últimos días de mercado (y necesitan tener ritmo físico, no como Adelaide).

El Sevilla, como muchas veces en esta temporada, volvió a ser superado, pero con la leve diferencia de que esta vez no perdió él, como hizo ante el Girona -por ejemplo-, sino que le ganaron con aquello que su entrenador lleva pidiendo desde el primer día.

Tiempo, poco, tienen para arreglarlo, porque Sampaoli ha demostrado que este equipo, con pequeños retoques, aún puede salvar la temporada.