El Sevilla Atlético consiguió este domingo una victoria agónica ante el Yeclano -que jugó casi todo el encuentro con nueve futbolistas- gracias a los tantos de Isaac Romero y Diego Talaverón en los últimos diez minutos de partido (2-1).
El viento, esta vez, sí soplaba a favor. El Sevilla Atlético vive sumergido en una tremenda crisis en la que, como suele suceder en las malas casas, todo suele salir mal. Este domingo la historia era diferente.
El Sevilla Atlético empezó bien, con Carlos Álvarez dinamizando el ataque, con Kike Salas protegiendo a su equipo e Isaac Romero amenazando. En el 17', Diego Ruiz se marchaba expulsado tras derribar a Isaac Romero y tras un par de ocasiones desperdiciadas por Musa, en el 27' todo se pondría de cara: Paco López a la calle, el Yeclano con dos menos.
Pero como decíamos, cuando algo va mal, parece que el viento siempre sopla en contra. El primer filial blanquirrojo era incapaz de hacer daño, no de marcar, sino de hacer daño a un rival con dos menos. Y la tragedia se hizo realidad.
Pasados los 50' de juego, Álvaro anotaría el 0-1 para el Yeclano. Un jarro de agua fría en un ambiente gélido. Tocaba remar y en este equipo, después de tantos golpes, eso es bastante difícil.
Así, cuando todo parecía perdido, cuando el Yeclano ya había gastado todo el tiempo posible (e incluso un poco más) Isaac Romero anotaría el 1-1 (83') y Talaverón, cuando el punto sabía tan amargo como la temporada, pondría el definitivo 2-1 con un tremendo golazo (90+4').
Victoria agónica para un equipo que debe agarrarse a esta victoria como sea para intentar, al menos hasta el final, salvar una durísima temporada en el Jesús Navas.
Flor la de Getafe, con un penalty de guasa.
El primer equipo, goles al final del primer tiempo y contra 10 tíos. El filial, marca en el 85 y 95, y contra 9 tíos. Y las niñas, marcan en el 94. Todo igual bajo el mismo cielo. El club de la flor, a lo suyo.