El vicepresidente del Konyaspor turco: "Estamos negociando con Isco"

El futuro de Isco Alarcón sigue siendo una incógnita días después de cerrar el mercado. El que fuese mediocampista del Sevilla fc, que abandonó la entidad tras rescindir el contrato que firmó en verano, tenía un acuerdo prácticamente cerrado con el Unión Berlín de la Bundesliga, pero, después de subir sus pretensiones, todo quedó roto. Ahora, siendo agente libre, sus opciones se reducen y sigue buscando nuevo destino, siendo la de Turquía la opción que más enteros gana.

En las últimas horas ha salido a la luz el interés del Konyaspor, octavo clasificado de la liga turca, quien ya mantiene conversaciones con el padre del futbolista. De hecho en el club otomano son optimistas con la posibilidad de cerrar un acuerdo y es el propio vicepresidente, Mehmet Akcan, quien confirmó a As tal posibilidad.

“Es correcto estamos en un proceso de negociación con Isco. Puedo decirlo, los diálogos van bien. Todavía no tenemos la certeza de si llegamos a un acuerdo, si no lo diríamos abiertamente. Estamos haciendo todo lo posible para cerrar el fichaje", comentaba el vicepresidente.

Cabe recordar que el mercado en Turquía está abierto hasta el día 8, aunque desde el Konyaspor confían en cerrarlo algo antes: "Tenemos de tiempo hasta el día 8 de este mes, pero creo que va a quedar todo resuelto con Isco, en un sentido u en otro, lo antes posible. Ahora tenemos una oportunidad para cerrar este fichaje. Somos positivos”.

La aventura fallida de Isco

La aventura de Isco como jugador del Sevilla, y también su ambición por volver a ser alguien importante en el fútbol nacional y europeo, duró exactamente 135 días, menos de una veintena de semanas, desde el anuncio de su ilusionante fichaje el pasado 8 de agosto como agente libre y con dos años de contrato, el último condicionado a su rendimiento, hasta el de su rescisión.

Isco llegó tarde a la pretemporada y en baja forma física. Contó mucho para Lopetegui en el primer tramo de la temporada, dejando destellos de su calidad a cuentagotas, y luego también para el sucesor en el banquillo sevillista, el argentino Jorge Sampaoli, hasta que las cosas empezaron a torcerse.

La decepción fue grande para el sevillismo, que en buena parte también veía la llegada del malagueño con dudas por sus dos últimos años casi inéditos y de total irregularidad en el Real Madrid, pero se confiaba en su calidad, en su capacidad para liderar el fútbol ofensivo del Sevilla. Al final, todo ha sido un espejismo en un equipo en el que Isco, sin duda, no asumió la manija ni el liderazgo que se le presumía.