El Sevilla lo necesitaba y él, más que nadie, lo pedía a gritos. Joan Jordán, futbolista blanquirrojo, se liberó, explotó, se vació este jueves en la celebración de su tanto ante el Fenerbahce. Con suerte, sí, pero necesario, también.
Criticado, señalado e incluso, en algunos encuentros, pitado por su afición. Joan Jordán, desde el desagradable capítulo ya conocido en el derbi de Copa del pasado año, vivía sumergido en una cantidad de malos encuentros y malas palabras de las que parecía difícil salir.
Este jueves, tras hacer un horrendo encuentro ante el Atlético de Madrid como tercer central, partió desde el banquillo, pero, tras salir en el descanso, apenas necesitó unos minutos para explotar.
Llegó con suerte, con el toque de un rival, pero llegó de la manera que tanto se echaba de menos en Nervión: con un fuerte disparo desde la frontal.
Tras el toque en un rival, el balón se coló en la portería y Joan Jordán, entonces, explotó: celebración con rabia, golpeándose el pecho, gritando y mirando a la grada a la que, siempre que habla, ha prometido que le devolverá la felicidad.
Desde ese momento, Jordán volvió a ser (o al menos a parecerse) al futbolista que brilló en el Sevilla: compromiso, rapidez, inteligencia, capacidad defensiva y ofensiva.
Sin lugar a dudas, más allá de su gol, Jordán firmó su mejor encuentro en muchos meses y eso que, como él mismo comentó tras el partido, arrastra algunas molestias que no impiden estar cómodo al 100%.
Dale al play superior de la noticia y revive el tanto de Jordán ante el Fenerbahce.
Joan a vet ai este gol te hace espabilr