Desde que el Sevilla FC confirmara su participación en la final de la UEFA Europa League de Budapest, que le medirá a la Roma en el Puskas Arena, los sevillistas han ido haciendo sus cábalas sobre cómo conseguir entradas y cómo llegar a la capital de Hungría. Las quejas por los desorbitados precios y las diabólicas combinaciones para viajar han copado las redes sociales, pero entre todos ellos, nadie habrá vivido un viaje tan difícil como el de Alexander Chigridov, un ruso que siente en sevillista.
Alex ha realizado, sin duda, el desplazamiento más complicado de todos y cada uno de los sevillistas que este miércoles estarán en el Puskas Arena. Vive en Rostov del Don, casi en la frontera con Ucrania, a apenas 180 kilómetros de Mariupol, una de las ciudades que más está sufriendo los horrores de la guerra. Al conflicto bélico se le suman las sanciones a Rusia y las restricciones impuestas por la Unión Europea, que, por ejemplo, no deja atravesar su espacio aéreo a aeronaves rusas. De hecho, el aeropuerto de su ciudad está cerrado por el conflicto y los rusos sólo pueden volar a Europa con escalas en Turquía o África, lo que complica sobremanera los desplazamientos. Tampoco puede usar sus tarjetas de crédito rusas en territorio europeo.
Cuatro años después… Comienza el camino para volver a verte pic.twitter.com/lWD9TwgfyY
— Alexánder (@chigr_) May 27, 2023
— Alexánder (@chigr_) May 28, 2023
En circunstancias normales, a este sevillista le había ‘bastado’ con atravesar Ucrania para llegar a Hungría, pero su viaje ha sido toda una odisea. De Rostov del Don ha viajado en tren hacia Sochi, en la frontera con Georgia. Un trayecto de unas nueve horas. Desde allí, tras otras diez horas en el aeropuerto, voló hacia Estambul, desde donde cogió su avión definitivo hacia Budapest, ciudad a la que llegó el lunes casi sin dormir en las anteriores 48 horas. “El principal es obstáculo es burocrático, porque no sé qué preguntas me pueden hacer en los aeropuertos, aunque tengo los documentos necesarios conmigo, así que a saber”, expresaba a ElDesmarque antes de atravesar la frontera rusa.
Por fin en el aeropuerto pic.twitter.com/bW55G6YY78
— Alexánder (@chigr_) May 28, 2023
Ya en Budapest -llegó en el mediodía del lunes-, Alex informa de que ha llegado sin problemas pero con muchas ganas de dormir en una cama. “El viaje bien, en general. Por el tema de las escalas, por la complicación de los vuelos, tuve que esperar unas diez horas en Sochi el avión hasta Estambul, y cuando llegué allí otras diez horas. El vuelo en sí tampoco ha durado tanto, hasta Estambul dos horas y hasta Budapest otras dos horas”. En total, más de 30 horas de desplazamiento.
Vaya aventura. Pero aquí estamos! Ahora a esperar el 31…⚪️🔴⚪️🔴⚪️🔴 pic.twitter.com/sFZZQswbMz
— Alexánder (@chigr_) May 29, 2023
Pese a su gran odisea, este ‘sevillista por el mundo’ se pone en la piel de los que están llegando desde la capital hispalense. “Los viajes de los sevillistas a Budapest, en general, son una locura. Es una aventura, pero así somos y así seremos”, expresa un hombre que, entre ida y vuelta, estará prácticamente una semana dando vueltas por el mundo por su Sevilla FC.
Un sueño de la hostia. A reventar la p.ta cama…
— Alexánder (@chigr_) May 29, 2023
Si han llegado hasta estas líneas se preguntarán de dónde viene el sevillismo de Alex. “Fui a vivir a Madrid con mi familia en el año 2006, tenía unos 10 años, y hemos vivido allí hasta 2009. En 2007, cuando el Sevilla vino a jugar la final de la Copa del Rey ante el Getafe, mi padre me llevó a la ciudad para conocer el ambiente. A partir de ese día, con esas 80.000 y pico personas que había allí, empecé a ver la otra cara del fútbol. A mí no me gustaba hasta que llegué a España, llega el Sevilla en 2007 y a partir de entonces me hice sevillista, y así será siempre”, explica a ElDesmarque.
Después de hacer 22 horas de tren para ver al Sevilla ante el Spartak de Moscú en 2017, ha visitado ya en algunas ocasiones el Ramón Sánchez-Pizjuán, e incluso estuvo en un derbi en el Benito Villamarín. Tras un primer intento en el que la burocracia impidió que viajara, Alex estuvo en un viaje sufragado por varias peñas sevillistas, con la PS 'Mi tío tenía razón', la PS Rotes Blut de Alemania y Luxemburgo y la PS Coca de la Piñera. “Después, en 2019, tras los estudios he vuelto ya por mi propia cuenta y estuve unos tres meses allí casi. La ciudad estará en mi corazón siempre y ojalá pueda volver otra vez algún día”, recuerda Alex, que este miércoles vivirá su primera final, una experiencia inolvidable marcada, como la vida de tantos rusos, por el conflicto bélico que mantiene con Ucrania.
SI SEÑOR ME ALEGRO POR TI YO TAMBIEN CONOCI EN ISEV A OTRO SEVILLISTA RUSO