La Peña Sevillista de Nueva York también estuvo presente en la celebración de la séptima Europa League- Fueron pocos, pero sus gritos llenaron las calles de la Gran Manzana. No faltó una mini-rúa ni, por supuesto, el himno a grito pelado desde el centro de la plaza, como Navas y Rakitic en la capital andaluza. Los aficionados quisieron enseñarles a los neoyorquinos la gran gesta que se consiguió a más de 7.000 kilómetros de allí.
En el vídeo superior, la fiesta que montaron los nervionenses de Nueva York en pleno Times Square por la séptima copa de Europa League.
Tras una temporada tan convulsa, los aficionados nervionenses se han desgarrado la piel cuando han visto que Montiel marcaba el último penalti de la final. Desde el momento que el Sevilla tocó el descenso en LaLiga Santander a la tanda de penaltis, jugadores y aficionados han conseguido algo imposible. Es por ello que un título tan prestigioso como es el de la Europa League, aunque sea el séptimo, puede que se convierta en uno de los más inolvidables.
Tres entrenadores han tratado de guiar al Sevilla. Solo uno ha conseguido sacarle de la depresión y llevarle a la gloria. Mendilibar ya es símbolo de una de las temporadas más rocambolescas del Sevilla. Su renovación aún está en el aire, pero el amor y el cariño que está recibiendo de todos los sevillistas y de los propios jugadores es de quitarse el sombrero. Sólo hay que ver a Rakitic y Navas, los capitanes del equipo, cantar al vasco en plena celebración.
Además, la final no pudo tener mejor colofón. Ganarle a Mourinho, quien dio un recital de antideportividad durante toda la jornada del miércoles, a penaltis tiene su justicia su poética tras un año inolvidable.