Lucas Ocampos fue uno de los grandes héroes del Sevilla FC en una nueva noche histórica para la entidad. El argentino de dejó la piel y el alma para que su equipo lograse la séptima Europa League de su historia, agrandando su propio récord guinness. El broche de oro a una temporada en la que pasó por momentos muy duros, llegando a quedarse solo, sin entrenar y apartado por el Ajax. Pero regresó a Nervión... y la vida cambió.
Desde entonces no ha parado de jugar, siendo pieza clave en los éxitos de Mendilibar. Argumentos más que suficientes como para que se derrumbase justo después del pitido final. No podía aguantar las lágrimas.
"Es muy difícil. Se me pasan muchas cosas por la cabeza. Mi familia, mis hijas, mi esposa.. Lo que tuve que sufrir para volver a lograr esto otra vez. Es una locura. No tengo palabras. Estoy super feliz. La pasé muy mal. Solo mi familia y yo sabe lo que sufrimos, pero el fútbol siempre da revanchas y esto cambia muy rápido. Hace meses estaba solo, sin entrenar, y hoy salgo campeón de Europa. Todos se lo merecen, mis hijos, mis padres... porque sufrimos. Esto es lo que somos", comentaba Lucas Ocampos para Movistar.
En última instancia, el argentino hacía un escueto análisis sobre el partido: "Un partido a lo Sevilla. Hay que sufrir para ganar. No tiene explicación lo que tiene con esto..." y pedía una cosa: "déjame celebrar". Una noche inolvidable para el futbolista.