El refrán lo dijo y la realidad es tal. Lo difícil, en este Sevilla, no es llegar, sino mantenerse. El club blanquirrojo, que debe parte de sus éxitos recientes al brillo de canteranos como Jesús Navas y su eterna aportación al equipo siendo aún el máximo referente, o los, desgraciadamente fallecidos, José Antonio Reyes o Antonio Puerta, vive un periodo realmente complicado para multitud de canteranos.
Nunca ha sido sencillo, pero ahora parece mucho más complicado. Sea por la exigencia del primer equipo o por la actual diferencia de categorías entre los grandes y el Sevilla Atlético, ha convertido en casi una quimera asentarse en el Sevilla siendo canterano.
Jugar algunos minutos aún es posible. El año pasado, sin ir más lejos, actuaron con los grandes nombres tales como Carmona, Kike Salas, Manu Bueno, Diego Hormigo, Carlitos Álvarez e incluso Nacho Quintana. Minutos, hasta ahí.
Cuando el equipo peor estaba o más lo necesitaba, aparecieron los jóvenes, pero todos, en mayor o menor grado, sabían que la presencia de sus figuras era algo pasajero en el equipo.
Los últimos ejemplos, los de Carmona y Kike Salas. Los zagueros cumplieron, posiblemente convencieron a muchos, pero este año, tras acumular experiencia lejos de Nervión, volverán a salir. El primero, al Sporting; el segundo, al Tenerife. Otros, como Carlos Álvarez, no han aparecido ni por la pretemporada este curso.
En estas, lo realmente complicado ha sido contar con dorsal del primer equipo. Por ejemplo, el pasado año el único canterano que tenía dicho privilegio era Jesús Navas, además de Bryan Gil que llegó en invierno cedido.
Para ver dicho caso, hay que recordar figuras como las de Pozo, Carlos Fernández o Borja Lasso, que a veces no pudieron competir más que seis meses con un dorsal que conseguían en invierno.
El trabajo de cantera en el Sevilla es innegable (ahí están los resultados desde muy abajo), pero la realidad es que la conexión entre el primer equipo y sus filiales, sea cual sea la excusa, actualmente parece haber dejado de funcionar.
Salvo raras excepciones, no tienen calidad suficiente para triunfar en el Sevilla. Terminan en otros clubes de menos categoría y no llegan a nada. Tienen oportunidades y no las aprovechan. No les echemos culpas a nadie, simplemente no hay calidad suficiente.