Domingo Pérez, fisioterapeuta del Sevilla, demostró su bondad y honradez en una acción que pasó a la historia del fútbol español. Entre la competitividad máxima en la que vivía su equipo durante la etapa del técnico Carlos Bilardo (temporada 1992/93), en unos pocos segundos eligió el camino correcto y su fama alcanzó cotas estratosféricas por una simple palabra: 'pisálo'.
Pérez falleció este martes en Sevilla a los 67 años. Fue un emblema del club andaluz, marcado por una saga familiar de profesionales que atendieron durante décadas a sus jugadores. Domingo sucedió a su padre en el cargo, que a su vez sucedió a su abuelo para convertirse en un hombre muy querido en una entidad que ya llora su ausencia.
Sin embargo, Domingo Pérez será recordado por una acción que marcó a fuego su trayectoria. El 6 de febrero de 1993, durante un Deportivo-Sevilla disputado en Riazor, actuó como un profesional cuando saltó al césped para atender al jugador del equipo rival Alberto Albístegui, que recibió una aparatosa patada en la cara de Diego Armando Maradona.
El 'Pelusa' intentó hacer un sombrero al defensa del Deportivo y su bota impactó en el rostro del jugador del cuadro gallego, que inmediatamente cayó al suelo. Igual que Maradona, que pareció fingir ser el damnificado de una acción que él mismo provocó. El 'Pelusa', sin embargo, se levantó con rapidez y Domingo Pérez, no dudó: atendió a un futbolista del equipo rival sin pensárselo.
Entonces, apareció el gen competitivo de Bilardo. Desde el banquillo, se desgañitó a gritos contra su fisioterapeuta. Las cámaras de televisión captaron toda la secuencia para dejar constancia de un grito que hasta llegó a convertirse en un cántico en muchos estadios.
"A Diego, a Diego ¡¡Domingo!! ¡¡DOMINGO!! 'La concha de tu madre... Ah, en vez de agarrar a Diego, agarra al otro. Nació en la cancha este muchacho... Me quiero morir, me quiero morir. ¡¡DOMINGO, DOMINGO, DOMINGO!! Los de colorado son los nuestros ¡Los de colorado, los de colorado! ¡Qué carajo me importa el otro! ¡Pisálo, pisálo, pisálo, pisálo! ¡Vamos, vamos!"
Esa invitación de Bilardo a pisar a un rival que estaba en el suelo con el rostro ensangrentado no pasó inadvertida. Domingo Pérez apostó por atender al más débil en esos momentos. Y Bilardo le recibió enfurecido cuando regresó al banquillo "A Diego salva nada más ¿Cómo vas a atender al otro? ¡Qué carajo me importa! ¡Pisálo! ¡Pisálo! Al contrario... pisálo!".
Años después, Domingo Pérez recordó la acción. "Diego hace una chilena con tan mala fortuna de que da a Albistegui en la nariz. Bilardo me dice que salga a atender a Diego. Cuando voy llegando veo que Diego ya se había puesto de pie. Veo al chico del Depor que estaba sangrando por la nariz y le eché agua. Me di cuenta de la que estaba montando Bilardo, pero no me sorprendió. A quien conozca a Bilardo, no puede sorprenderle que reaccionara así. En el banquillo él siguió gritando. Ni me inmuté", narró.
Aquel partido acabó en derrota para el Sevilla (2-0), un equipo marcado por la presencia de Maradona y por la combatividad de un grupo que contaba con jugadores como Diego Simeone, Davor Suker, Martagón, Diego, Jiménez o Rafa Paz.
Todos fueron testigos de la acción de su fisioterapeuta, que durante unos segundos acaparó más atención mediática que durante toda una vida cuidando jugadores tanto en el Sevilla como en la selección española.
Domingo Pérez falleció sólo dos años después de su jubilación, pero más allá del 'pisálo' que marcó su carrera, fue un trabajador honrado tal y como quedó demostrado en la acción por la que pasó a la historia. Eligió al más débil. Dejó a Maradona para ocuparse de Albístegui. Y es que siempre trató a todos por igual. Nunca hubo estrellas en sus camillas. Por eso, Domingo Pérez fue mucho más que el 'pisálo' de Bilardo. Fue un profesional como la copa de un pino.