Biri-Biri, medio siglo del debut de un emblema del sevillismo
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El gambiano militó cuatro temporadas en el equipo hispalense
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El bulo que se contó entre Biri Biri y Los Negritos
El gambiano Alhaji Momodou Njie, 'Biri Biri', mítico jugador del Sevilla en los años setenta del siglo pasado y una leyenda del sevillismo. Debutó hace medio siglo en partido oficial con la camiseta sevillista, que vistió durante cuatro temporadas en las que dejó profunda huella en el club que este viernes lo ha recordado.
Biri-Biri falleció el 19 de julio de 2020 a los 72 años en un hospital de Dakar, la capital de Senegal, al no poder superar una intervención quirúrgica. El Sevilla calificó como "triste" y "nefasto" este día por la pérdida del mayor icono de la afición sevillista.
El delantero recibió por ello en septiembre de 2017, en su penúltima visita a la capital andaluza, la insignia de oro de la entidad en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Un acto que tuvo lugar en los prolegómenos de un partido ante el Málaga, en medio de la euforia de una afición entregada al gambiano, un emblema del sevillismo.
Biri Biri (Banjul, 30 de marzo de 1948) era un ídolo en su país, donde llegó a ser ministro de Deportes tras dejar el fútbol. Una leyenda para la afición del Sevilla, al que llegó en la campaña 1973-74 procedente del B. 1901 danés.
El gambiano militó cuatro temporadas en el equipo hispalense, hasta 1978, pues estuvo un año sin jugar por un problema de mejora de contrato. Pronto se convirtió en el ídolo del sevillismo y le dio su nombre al colectivo de seguidores ubicado en el Gol Norte del Sánchez-Pizjuán.
En sus dos primeras campañas, el Sevilla peleaba en Segunda División por regresar a Primera, un logro para el que Biri Biri fue clave con sus catorce goles en la 1974-75. En total, el exdelantero africano disputó 109 encuentros oficiales con la camiseta blanquirroja en los que marcó 34 tantos.
"Muchos jugadores han firmado mejores datos en la historia sevillista, pero pocos calaron tanto en la afición como él. Esos cinco años bastaron al de Gambia para dejar una imborrable huella en el corazón de una afición que lo adoptó como absoluta leyenda e ídolo, llegando a recibir en 2017 la insignia de oro del Sevilla en un abarrotado Ramón Sánchez-Pizjuán", destacó el club en su día.