El Sevilla vuelve a El Sadar. El conjunto blanquirrojo, tras el empate del pasado miércoles ante el Lens, vuelve a LALIGA para enfrentarse a Osasuna como visitante, en un escenario que no se le da nada bien a Mendilibar... y en el que los últimos recuerdos sevillistas son bastante malos.
Fue hace algo más de un año. El Sevilla de Julen Lopetegui arrancaba la temporada en El Sadar, tras un verano lleno de dudas alrededor de su entrenador y un mediocre mercado.
El equipo necesitaba sumar tres puntos, pero aquella noche nada salió como se necesitaba. Un juego gris se vio acompañado de un polémico penalti que le costaría los puntos al Sevilla (2-1) y es que el cielo amenazaba tormenta.
Después de aquella noche, la historia la saben todos: empate ante el Valladolid y un buen número de malos resultados hasta llegar a octubre, cuando fue destituido Lopetegui.
Llegó Sampaoli, la reilusión, el parón por el Mundial, los nuevos fichajes... y un nuevo golpe en El Sadar. Con el Sevilla ilusionado con poder llegar a Europa vía Copa, Osasuna consiguió eliminar a los blanquirrojos en cuartos de final con un gol en la prórroga. Las esperanzas parecían totalmente rotas.
Después de aquél encuentro, Osasuna volvió a ganar, esta vez en el Sánchez-Pizjuán con un Fernando desesperado siendo expulsado y acumulando otro triste capítulo a la temporada.
Sin embargo, si algo ha caracterizado al Sevilla reciente es ser capaz de levantarse una y otra vez. Mendilibar llegó y se acabó ganando una Europa League, una historia que, si nos remontamos al inicio en El Sadar, nadie, jamás, lo podría haber imaginado.