Un hecho inaudito. Un caso que debería ser normal pero que en el Sevilla, desde hace años, se ha convertido en algo extraordinario. Diego Alonso, técnico blanquirrojo, ha podido contar este jueves -en una sesión marcada por la lluvia y obligada a marcharse hasta el gimnasio- con todos sus futbolistas: sin internacionales (Ocampos, Acuña y Gudelj también han vuelto) ni lesionados (Mariano y Lamela ya se han sumado al grupo).
Este hecho, que curiosamente no se daba desde mediados del mes de abril cuando Mendilibar pudo trabajar con Rekik, Papu, Marcao, Tecatito y Jordán -por entonces marcados por las lesiones-, no se ha podido vivir en el césped por la intensa lluvia vivida en Sevilla en la jornada del jueves, pero sí se ha disfrutado en el gimnasio.
Hablar de lesionados en el Sevilla se ha convertido, como señalábamos anteriormente, en un hecho habitual. Desde finales de 2021, el conjunto blanquirrojo ha ido acumulando, poco a poco, incontables lesionados en todas sus semanas de trabajo.
Si la pelea por el título de LALIGA con Julen Lopetegui estuvo marcada, en pequeña parte, por un cúmulo de lesiones inexplicables, la 22/23 no fue diferente y es que jugadores como Marcao, Nianzou, la eterna recuperación de Tecatito, los continuos problemas del Papu Gómez, las repetidas molestias de Rekik o los problemas, aunque más puntuales, de jugadores como Telles, Fernando o Jordán, fueron lastrando al equipo en diferentes momentos.
El inicio del curso prometía mayor optimismo, pero la realidad se presentó muy pronto: Marcao se lesionó en pretemporada, Nianzou aún no ha jugado ni un solo minuto oficial, Acuña se ha perdido varias citas por lesión y Mariano, desde que llegase, apenas ha podido acumular algunos ratos.
Este jueves, por primera vez en el curso, por primera vez desde hace cuatro meses, Diego Alonso tiene a toda su plantilla disponible. Si nada raro ocurre, y si el temporal lo permite, el viernes promete ofrecer al sevillista una imagen casi desconocida en el Estadio Jesús Navas.