El Sevilla FC publicó el martes la convocatoria de Diego Alonso para el partido de la Copa del Rey ante el CD Quintanar, y en ella especificaba que Sergio Ramos no iba a viajar a tierras toledanas por una “lesión muscular en el sóleo de la pierna derecha”. Lo que en principio parecía una baja por descanso, se ha convertido en un problema, pues el camero no tiene asegurado volver a jugar antes del parón de noviembre, con tres partidos importantísimos en lontananza.
Así las cosas, Sergio Ramos no va a estar en Vigo ante el Celta, tampoco jugará en Londres ante el Arsenal y su objetivo es llegar al derbi ante el Real Betis del próximo 12 de noviembre, en el último de los partidos de este tramo de competición en el que se ha estrenado Diego Alonso, de momento con una sola victoria en cuatro partidos, ante el modesto Quintanar.
El camero tiene un edema en el sóleo, un problema que ocurre habitualmente por no curar bien una rotura o microrrotura en la zona. Habitualmente, el edema se trata como una microrrotura para que desaparezca y no recaiga de nuevo. Se trata, de hecho, de la misma zona que estuvo dándole la lata en sus últimos meses en el Real Madrid y los primeros en el PSG, que le mantuvo prácticamente un año sin jugar. Por ello, el jugador se toma su problema con mucho respeto, ya que no quiere que se repita el calvario que vivió y le dejó fuera de forma casi definitiva de la última Eurocopa y el último Mundial.
Habitualmente, la recuperación de una lesión de este tipo es de unas dos semanas, por lo que llegaría muy justo al derbi, uno de los partidos marcados en rojo en el calendario para Sergio Ramos desde que regresó a Nervión.