José María del Nido Benavente ha solicitado al Consejo paralizar el proyecto del nuevo Sánchez-Pizjuán. El máximo accionista de la entidad ha pedido notarialmente tumbar las obras, pues entre sus planes tiene un estadio muy distinto al proyectado por la empresa IDOM. Este entuerto dependerá y mucho de todo lo que ocurra este martes. Si el juez le da la razón al expresidente, podrá votar el punto del orden del día contra la remoción del Consejo. En ese caso, paralizaría la reforma del estadio. Si el juzgado no le da la razón, el opositor seguirá en su posición actual.
En su entrevista concedida a COPE Sevilla, Del Nido Benavente mostraba su desacuerdo con el proyecto actual. "Si cuando dije hace tres años que había que darle una patada al estadio me hubieran hecho caso hoy estaría levantado el nuevo Ramón Sánchez-Pizjuán. El proyecto de estadio que ha presentado el actual consejo es un bluf", comentaba.
"Hemos pedido notarialmente que paralicen la gestión. El proyecto que se va a llevar a cabo es el nuestro"
El motivo, que él tiene un proyecto muy distinto al presentado por IDOM: "Para una obra de esa envergadura tiene que dar su aprobación la Junta de Accionistas y ya hemos comunicado que en ningún caso lo vamos a apoyar y hemos pedido notarialmente al consejo que paralice toda gestión, el proyecto que se va a llevar a cabo es el nuestro".
La idea esbozada por la entidad pasa por construirlo entre el 1 de julio de 2026 y el 1 de julio de 2028. Se trasladaría dos años a La Cartuja. Está previsto que el nuevo Sánchez-Pizjuán tenga capacidad para 55.000 personas, con un 10% de la capacidad destinados a zonas VIP.
Esto, según desgranó hace semanas Del Nido Carrasco, costará entre 300 y 350 millones de euros, aunque la financiación, según la previsión deslizada, se afrontará de una manera cómoda. La idea es que sea un estadio vivo, generando ingresos los 365 días del año. Estos, además, serían beneficios sostenidos que no dependerían del resultado deportivo.
¿Y qué quiere decir eso? La previsión es generar entre 23 y 60 millones de euros al año. Es decir, y por resumir, que las obras del Sánchez-Pizjuán podrían pagarse con esos ingresos extraordinarios. Se pagaría 'solo', por ser más directo. Si todo va acorde a la previsión, en seis años esos ingresos anuales podrían pagar la totalidad del presupuesto del estadio. La empresa IDOM ha sido la encargada de construir estadios como San Mamés o La Cerámica.
Con ganas y prisas de cambiar la obra? Desfalco a la vista...