Dicen que el fútbol es un estado de ánimo, o al menos eso afirmaba Jorge Valdano y refrendaba Monchi, y si es así o no es algo que en el Sevilla FC se puede comprobar más pronto que tarde. El equipo cabizbajo de las últimas semanas parece haber cambiado el chip en este parón de selecciones, y este lunes, en el regreso al trabajo tras los tres días libres, se ha podido ver un ambiente de lo más distendido en la sesión de entrenamiento vespertina que ha dirigido Diego Alonso.
El uruguayo ha sido de los más sonrientes, pese a que su figura está muy discutida, pero ese buen ambiente también se ha transmitido al resto del grupo, como por ejemplo en los rondos que han llevado a cabo en los minutos abiertos a la prensa. Ese buen rollo se puede comprobar fácilmente en el vídeo que encabeza esta noticia, captado por las cámaras de ElDesmarque. También en la charla del entrenador ha habido momentos para la risa, pues la sonrisa ha sido el gesto habitual este lunes en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios.
En cuanto a la sesión en sí, ha destacado la ausencia de Loïc Badé, que se ha sumado a la de Orjand Nyland, que sigue lesionado, y a todos los internacionales. Pese a que Nemanja Gudelj, Jesús Navas y Dodi Lukebakio terminaron el domingo su participación con sus selecciones nacionales, solo se ha podido ver al balcánico ingresando en el gimnasio para ejercitarse aparte. Sí han participado con normalidad Marcao y Sergio Ramos, además de Fernando, que ha regresado de Brasil tras viajar por el fallecimiento de un familiar en un accidente de tráfico.
Además, el entrenamiento ha contado con la novedad del nuevo balón de invierno de LALIGA EA Sports, que comenzará a utilizarse este fin de semana en la jornada 15, en la que el Sevilla visita a la Real Sociedad. Hasta entonces, no habrá descanso, pues Diego Alonso ha fijado un entrenamiento en cada día de la semana para preparar el duelo de San Sebastián, a la espera de que el resto de los internacionales se vayan incorporando. Los últimos, como es habitual, serán los argentinos Marcos Acuña y Lucas Ocampos, cuya selección juega ante Brasil en la madrugada del martes al miércoles, y después tendrán que cruzar el Atlántico para regresar a España.