El Sevilla FC regresará al trabajo con muchas incógnitas por resolver. Entrena este lunes a las 17.00 horas, a puerta cerrada. A poco más de tres días para el duelo contra el Atlético de Madrid, Quique Sánchez Flores está pendiente del estado de algunos de sus jugadores, en duda para los cuartos de final de Copa del Rey. Una de las grandes dudas reside en conocer el estado de Loïc Badé, que terminó el partido ante el Girona con una sobrecarga. El técnico, que lo tuvo que cambiar al descanso, lo confirmó en sala de prensa, y aunque en principio no reviste gravedad, sí que se atisba cierta incertidumbre de cara a la defensa que pueda utilizar el jueves en el Metropolitano.
Siendo Sergio Ramos 'intocable' para el madrileño, queda por resolver quién será su acompañante en el eje de la zaga. Nianzou quedó bastante señalado por su actuación en Girona, superado una y otra vez por la explosividad de Savinho. Kike Salas aún sigue al margen y Marcao, que en condiciones normales debe dar un paso al frente, siembra la duda de si puede rendir a un nivel decente durante varios partidos seguidos -algo que no ha hecho nunca en el Sevilla-.
Con todo, habrá que esperar a la evolución del galo en los próximos tres entrenamientos para saber si puede estar para la visita al Metropolitano. Lo cierto es que Quique Sánchez Flores sigue sin dar la tecla con la defensa central, habiendo probado hasta siete jugadores en esa posición. En Granada empezaron, con defensa de tres, Sergio Ramos, Gudelj y Kike Salas. Repitió fórmula a la jornada siguiente, pero la lesión de estos dos últimos ha abierto el abanico. Marcao, Badé, Nianzou y hasta Gattoni han ido alternando minutos en los últimos compromisos.
Será uno de ellos, o dos -si repite defensa de cinco-, el que acompañe a Sergio Ramos en los cuartos de Copa del Rey. Por delante, tres días y tres sesiones de entrenamiento para poder decidir.