Mantener la idea o cambiar el plan. Quique Sánchez Flores, técnico del Sevilla, afronta la cita de este lunes ante el Rayo Vallecano con un importante número de bajas y con un debate principal para formar a su equipo: el esquema, otra vez discutido.
Con Kike Salas y Nianzou en la enfermería, con Gattoni en Bélgica y con Sergio Ramos sancionado, el Sevilla ha pasado de tener sobredosis de centrales a no tener apenas opciones.
En un equipo que vive instalado en el 1-3-5-2 ante sus constantes problemas defensivos, Quique Sánchez Flores, ante las comentadas ausencias, tendrá que inventar para poder tener un equipo de garantías.
De primeras, y teniendo claro que Nyland será el portero titular, todo hace indicar -tras los ensayos de principios de semana- que Quique Sánchez Flores mantendrá su línea de tras. Badé y Marcao actuarán en el eje junto a Marcos Acuña, futbolista que podría permitir en tareas ofensivas que Pedrosa se libere (Navas deberá guardarse más), para que en ataque el equipo forme con línea de cuatro. En estas, Navas, Badé, Marcao, Acuña y Pedrosa serían los cinco elegidos.
Con la defensa solucionada, el segundo punto sería el centro del campo. Quique quiere más seguridad, más fortaleza, y para ello apostará por Agoumé como pivote y Soumaré un poco más liberado. El debate, tras el adiós de Rakitic y la sanción de Suso, es quién será el tercer hombre, algo que tendrán que luchar Óliver Torres y Sow, dos jugadores que han tenido diferentes molestias durante la semana.
Finalmente, en ataque, todo apunta a que Lucas Ocampos e Isaac Romero mantendrán sus posiciones, dando serias posibilidades, como ha admitido Quique, a que En-Nesyri deje al argentino en el banco, de primeras, en Vallecas.
El posible once del Sevilla: Nyland; Navas, Badé, Marcao, Acuña, Pedrosa; Agoumé, Soumaré, Sow/Óliver; Isaac Romero y Ocampos/En-Nesyri.
Vaya ilusión de alineación