El cambio radical en defensa

El Sevilla FC ha cambiado su dinámica en los últimos partidos. No hay más que ver la racha de tres encuentros sin conocer la derrota que acumula el cuadro de Quique Sánchez Flores. Una de las razones para esa variación ha sido la fiabilidad defensiva que ha encontrado un conjunto que tenía en ese aspecto uno de sus mayores hándicaps.

La nueva tendencia en esa seguridad defensiva se ha percibido después de la abultada goleada recibida por el Sevilla en Montilivi contra el Girona. Posteriormente han sido cinco los partidos disputados por el cuadro nervionense e el que únicamente ha encajado tres goles. Un dato llamativo que explica parte de la estabilidad de los de Quique Sánchez Flores.

En esa fase de los cinco partidos, el Sevilla recibió uno contra el Atlético de Madrid en la Copa del Rey (1-0), otro en el empate frente a Osasuna (1-1) y un tercero en la victoria en Vallecas ante el Rayo (1-2). Posteriormente han llegado dos porterías a cero, las cosechadas en el triunfo liguero contra el Atlético de Madrid (1-0) en el Sánchez-Pizjuán y la de Mestalla con el empate ante el Valencia (0-0).

Para encontrar la anterior portería a cero del Sevilla esta temporada habría que remontarse al estreno de Quique Sánchez Flores en el banquillo sevillista, allá por mediados de diciembre, cuando el equipo venció al Granada por 0-3. Desde entonces siempre había encajado el cuadro sevillista, una losa para obtener resultados positivos.

En el campeonato sólo hubo dos porterías a cero más, aunque fueron en el arranque de la temporada. Frente a Las Palmas en el triunfo sevillista en el Ramón Sánchez Pizjuán (1-0) y en el empate en el Sadar contra Osasuna (0-0). Habría que añadir, además, las dos logradas en la Copa del Rey, contra el Quintanar (0-3) y Astorga (0-2).