Escudo, bandera, afición... y cantera. El Sevilla, uno de los clubes más reconocidos por su trabajo de cantera, vive uno de los momentos más delicados de su historia reciente, luchando incluso por no descender a LALIGA Hypermotion, pero el cuidado, el día a día y el esfuerzo de numerosos entrenadores, ojeadores y trabajadores de la entidad siembre brilla: Generación 2000, otra camada sevillista con mucho brillo.
Hablar de la cantera del Sevilla, evidente, es pensar en figuras como José Antonio Reyes (nació en el 1983), Antonio Puerta (1984), Jesús Navas (1985) o Sergio Ramos (1986). Posiblemente, los cuatro mencionados sean los máximos exponentes de la generación de los 80, comandados, referenciados, posiblemente, por el malogrado exjugador de Utrera.
Ellos, cada uno a su manera, ayudaron al Sevilla en una situación semejante. Reyes, con su venta, sirvió para tapar agujeros en el Sánchez-Pizjuán, y volvió para ganar títulos; Puerta ilusionó a toda España con su fútbol y alzó al éxito a su equipo con su gol ante el Schalke 04; Navas sigue firmando noches para el recuerdo en Sevilla tras pasar por el City; y Ramos, tras mucho tiempo, vuelve a besar el escudo de sus amores.
Escribieron historia. Pareció que nunca se volvería a ver a nadie como ellos, pero el esfuerzo, el trabajo y la insistencia parece, aunque sea incomparable, que ha devuelto calidad a la cantera sevillista.
Han sido muchos los nombres (figuras como Luis Alberto, Campaña, Alberto Moreno, Sergio Rico, Cala o David Soria no deben ser desmerecedoras de reconocimiento) los que han ido aportando ilusión a la grada, los que han prometido que la cantera sevillista aún tenía mucho que decir, pero la realidad es que la última generación -posiblemente por el delicado momento blanquirrojo- ilusiona como hacía tiempo que no hacía nadie.
Isaac Romero (2000), con sus goles, ha conseguido revertir la situación del Sevilla cuando todo parecía obligado a pelear por el descenso, pero el de Lebrija no ha sido el único.
Kike Salas (2002), actualmente uno de los centrales más en forma de la competición, llegó antes al primer equipo junto a Carmona (2002), ahora cedido en el Getafe y convertido en uno de los habituales de Bordalás.
Tras ellos, le siguieron la pista otros como Juanlu (2003), apuesta firme de Mendilibar para heredar la banda derecha de Jesús Navas, Manu Bueno (2004) tenía enamorado al ahora entrenador del Olympiacos, y Alberto Flores (2003) demostró en El Coliseum que siempre debes estar preparado para el desafío del primer equipo.
Pero no son los únicos: Carlos Álvarez (2003) y Luismi Cruz (2001) son dos los grandes nombres de LALIGA Hypermotion durante las últimas jornadas y es que sus golazos y su rendimiento tienen enamorados a todos los seguidores del fútbol de élite.
Del 2000, además, también es otro futbolista como Bryan Gil (2001), un chico de apenas 23 años que, tras pasar por el Tottenham y ganar una Europa League con su equipo, parece mucho más maduro.
Todos estos nombres, o al menos la mayoría, comparten un duro momento en sus carreras que, visto lo visto, sirvió para ser mucho más fuertes.
Jugadores como Carmona, Pedro Ortiz, Carlos Álvarez, Isaac Romero, Kike Salas o Alberto Flores compartieron vestuario en la temporada 2021/22, el curso que el Sevilla Atlético perdió la categoría en Primera Federación.
Aquel golpe sirvió como aprendizaje, como experiencia para unos chicos que ahora brillan y para una entidad que, algunos años después, tiene a su primer filial segundo clasificado en Segunda RFEF luchando por volver a Primera.
El Sevilla vuelve a presumir de cantera. La Generación 2000 ha llegado pisando fuerte.