La mosca y el cristal
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No se aprobó ningún punto del orden del día
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Del Nido Benavente amenaza con solicitar otra Junta General Extraordinaria mañana mismo
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Del Nido Benavente y Del Nido Carrasco, cara a cara: la discusión con la que arrancó la Junta
Tres horas y cuarenta minutos después, todo sigue igual. Como la mosca que golpea el cristal, con el deseo y la intacta esperanza de atravesarlo alguna vez. Que el cristal se haga invisible, se esfume, se caiga o se rompa. Esa es la realidad accionarial del Sevilla FC, que camina de Junta en Junta y tiro porque me toca.
Este lunes, en tiempo inopinado, se ha celebrado la segunda Junta General Extraordinaria en menos de ocho meses, la cuarta en 15 contando las ordinarias anuales, y promete haber más. De hecho, José María del Nido Benavente -que volvió a acreditar la mayoría accionarial entre títulos propios y representados- ha dejado claro al poco de comenzar que mañana mismo pensaba convocar otra. Teniendo en cuenta los plazos legales, de cumplir su promesa al pie de la letra, en la semana del Rocío los accionistas sevillistas estarían de nuevo convocados a un nuevo cónclave, probablemente tan inocuo como el actual. O como el del mes de julio.
105.000 euros cuesta cada Junta General de Accionistas según las palabras de José María del Nido Carrasco, que ‘debutaba’ con picadores como presidente en una cita en la que hubo momentos de tensión, referencias familiares, pero que no se acercó a la tensión vivida en el tramo final de la de diciembre. De hecho, Del Nido Carrasco exhortó en numerosas ocasiones a los asistentes a expresarse sin insultos -"os pido que esta Junta transcurra por los cauces de la educación"- y sin descalificaciones, y aunque hubo alguna salida de tono, al terminar incluso agradeció a los asistentes la corrección durante sus intervenciones.
La agrupación de acciones y el pacto
En cuestión numérica, la nada. Se rechazaron todos y cada uno de los puntos. El consejo no dejó votar a José María del Nido Benavente por aquello de la agrupación de acciones por la que, en 2018, incluyó a tres consejeros en el órgano de gobierno del club. Esta agrupación expira a finales de 2024, pero el consejo se guarda un as en la manga. Del Nido Carrasco repitió tras cada punto los motivos por el que no dejaba votar a su padre, argumentando su “mala fe” o su “conflicto de intereses”, pero la clave del futuro de la entidad está en el final de cada una de sus argumentaciones para impedirle el derecho al voto. “Hay otras acciones de derecho, medidas legales derivadas de los pactos parasociales que no alterarían el resultado, que permitirían no considerar su voto contrario a la alineación del presidente y vicepresidente primero. Al no afectar a la votación, no habrá que aplicar, sin que ello implique renuncie alguna para otra ocasión”.
“Me requiere la totalidad de mi retribución en una demanda, desestimada por cierto, que le han recordado que el pacto de gobernabilidad se encuentra plenamente vigente, es obligatorio y está sujeto a penalizaciones, además de no concederle la entrega de mi salario", añadía Del Nido Carrasco. El pacto de 2019 empezará a tomar más protagonismo a partir de 2025.
Cifras, estadio, remuneración del consejo
No se conocieron demasiadas cifras económicas -ya se expusieron en diciembre-, pero sí que la eliminación europea había supuesto un desvío de 22,5 millones de euros sobre el presupuesto, a los que hay que sumar otros cuatro millones por la destitución de Diego Alonso y la llegada de Quique Sánchez Flores. El presidente sí quiso puntualizar, a la hora de hablar del crédito de 108 millones suscrito la pasada semana, que “la solvencia del Sevilla FC ha sido clasificada como BBB- por una agencia que evalúa la solvencia de entidades de todo el mundo, la pone al mismo nivel de los grandes bancos españoles y algunos europeos. A pesar del ruido mediático, se ha firmado la operación, obteniendo el respaldo de grandes inversores internacionales", indicando que el club no está, ni mucho menos, arruinado.
Hubo tiempo para hablar del proyecto del nuevo Ramón Sánchez-Pizjuán –“más feo no puede ser”, según el expresidente- y Del Nido Benavente aseguró que “lo construiré yo y tendrá más de 70.000 localidades".
Aunque los grandes protagonistas fueron los Del Nido -Miguel Ángel, hermano del presidente, también tuvo su cuota-, sin lugar a dudas, también volvió a intervenir en una Junta el abogado Agustín Martínez, tan activo en ediciones pasadas, muy crítico con el consejo, como los representantes de Pequeños Accionistas del Sevilla FC o el letrado César Romero de la Osa. Intervino en el tramo final Pepe Parra, presidente de Accionistas Unidos -antes, Francisco Javier López había pedido “unión” para acabar con el “paquete maldito” de 777 Partners-, para explicar su propuesta de modificar la retribución del consejo. Fue apoyada por la mayoría de los accionistas, pero se necesitaba el sí de los dos tercios y no se llegó a esa cifra.
A las 21.50 se acabó la Junta General Extraordinaria, adjetivo este último que debería ser revisado porque se avecina otra, y otra, y otra, y otra… como la mosca golpeando contra el cristal. Y el pacto expira en 2027. Igual se acaba rompiendo el cristal, igual acaba pasando la mosca.