Un capítulo muy desagradable. Javier Iglesias Villanueva, colegiado del Getafe-Sevilla disputado este sábado, tuvo que detener la cita durante algunos minutos tras, con la ayuda de su asistente, localizar diferentes insultos a Marcos Acuña. Sergio Ramos, capitán blanquirrojo, no dudó en defender a sus compañeros y pedir la prohibición de asistencia a los estadios a todos aquellos que insulten.
"Venimos reclamando, dentro del fútbol, respeto, que la gente no venga a liberarse y a decir tonterías. El línea ha escuchado un insulto a Acuña, se lo ha hecho saber al árbitro y lo han solucionado", comentaba Sergio Ramos en DAZN antes de hacer hincapié en que, en este tipo de casos, "toca señalarlos y prohibirles la entrada, esto debe ser un deporte para unir, no para separar".
Estas palabras, igualmente, fueron apoyadas por Djené, capitán del Getafe que no dudó en asegurar que "yo no he escuchado nada, pero si se han escuchado, hay que parar, eso no puede ser".
En otro orden, Sergio Ramos se mostraba muy orgulloso del triunfo y del oxígeno que le dan los tres puntos a su equipo. "Tres puntos importantes, un equipo y un rival siempre complicado. Poder ayudar al equipo con gol y sumar puntos, no se puede pedir más".
"No he mandado a callar a nadie, he mandado a soplar velitas. Es una celebración para mis hijos. Quería dedicárselo a ellos. Lo importante es sentirse joven por dentro, lo importante es el rendimiento. Contento por ayudar al equipo con el rendimiento", añadía respecto a su celebración.
Finalmente, Ramos advertía a sus compañeros que "toca mirar hacia arriba" y dejar de depender de los de atrás. "Tenemos la ventaja que jugaron ayer, que sumaron de tres y nos obligaba un poco. Salíamos con las ideas claras, el objetivo siempre son los tres puntos. Tenemos que mirar hacia arriba, no podemos mirar hacia atrás", sentenciaba.