Mucho más que tres puntos los que este domingo, a partir de las 14.00 horas, se disputan Las Palmas y Sevilla FC en el Estadio Insular de Gran Canaria. Un triunfo allanaría el camino y de qué manera para los de Quique Sánchez Flores, ante una oportunidad de oro para lograr la tranquilidad (casi) definitiva. La derrota del Celta de Vigo y el más que posible pinchazo del Cádiz, contra el FC Barcelona, hacen que el colchón con el descenso se pueda elevar hasta los nueve puntos. Una ventaja que sería prácticamente definitoria a falta de siete jornadas.
El entrenador sevillista, Quique Sánchez Flores, resaltó este viernes, en su comparecencia previa al encuentro, que desean "transmitirle a la afición" que quieren "ganar el mayor número de partidos posible y que cuanto antes ellos estén tranquilos". Quique, que no quiso profundizar en su futuro en el club hispalense, puntualizó que en estos mementos le "importa ser buena persona, buen entrenador, ser honrado y llegar con el Sevilla a puerto" y que para ello "lo que interesa es estar unidos" y que no se prejuzgue "mucho" a los futbolistas. Y lanzó una advertencia a la plantilla. "Como no ganen, la Feria la pasan en casa", decía entre bromas.
Probaturas las justas. El técnico madrileño apostará por lo seguro y no se esperan muchos cambios, más allá de las modificaciones obligadas por la lesión de Djibril Sow, que se perderá lo que resta de temporada. En la retaguardia el esquema será prácticamente calcado al de Getafe, con la única novedad de Lucas Ocampos en detrimento de Marcos Acuña, baja por sanción.
Nyland repetirá bajo palos, con Jesús Navas, Sergio Ramos, Badé y Kike Salas completando el eje de la zaga. La lesión de Sow debe brindar una nueva reválida a Gudelj, quien ejercería de ancla en la zona de máquinas junto a Soumaré, con Óliver Torres, imprescindible para su técnico, con más libertad de movimientos.
En la lanza de ataque lo más natural sería ver a Youssef En-Nesyri e Isaac Romero, impertérritos desde la llegada de Quique Sánchez Flores, aunque el técnico podría aprovechar la bajada del suflé del canterano para dar entrada a Dodi Lukebakio. Será esa la gran duda de un once que el sevillismo sabe prácticamente de memoria.