Decía Quique Sánchez Flores esta semana que, de no ganar este domingo, su equipo pasaría toda la Feria de Abril en casa. Y dirección Las Palmas voló el Sevilla en busca de las invitaciones de una caseta con olor a albero, permanencia y tranquilidad. En-Nesyri y Lukebakio fueron los encargado de marcar la hora y el sitio del brindis en el Real gracias a sus goles.
El plan comenzó a fraguarse desde los primeros compases del partido. Gudelj salió con una velocidad más que todos y Saúl Coco vio la roja directa. Todo se puso de cara para los sevillistas. Aunque los de Quique Sánchez Flores no supieron aprovechar la superioridad numérica hasta bien entrada la primera mitad.
La pólvora mojada de Isaac, que ya acumula siete encuentros sin ver portería, fue un hándicap para los visitantes durante casi cuarenta minutos. El lebrijano supo fabricarse las oportunidades, pero falló en la definición. Sus dos manos a mano ante Aarón Escandell se fueron al limbo y privaron al Sevilla de poner tierra de por medio mucho antes.
Quien no falló fue En-Nesyri, que no quería dejar de pasar por debajo de la Portada. El gol fue una invitación a la alegría y al optimismo. El pretexto perfecto para disfrutar de más de una semana de armonía y alargar las buenas sensaciones de las últimas fechas. El conjunto hispalense se aleja del descenso a pasos agigantados.
Pero no iba a ser posible sin una pequeña dosis de sufrimiento. Lo corto del resultado amenazaba las proyecciones de futuro sevillistas; sin embargo, las buenas estadísticas ante uno de los rivales favoritos de los de Nervión se confirmaron en los minutos finales. El gol de Dodi Lukebakio firmó la sentencia en el descuento ante una UD Las Palmas volcada.
Finalmente, parece que los jugadores se han ganado el derecho a algún día de asueto en una de las semanas grandes la ciudad de Sevilla. Youssef En-Nesyri y Dodi Lukebakio invitan.