El uno por uno del Sevilla ante el Mallorca: Ramos, capitán general en una cita clave

El Sevilla ya mira al Benito Villarín. El conjunto blanquirrojo volvió al Ramón Sánchez-Pizjuán este lunes, tras más de un mes sin disputar un encuentro como local (el último fue ante el Celta) y lo hizo con una victoria justa (2-1) ante un Mallorca que luchó hasta el último suspiro. Los goles de Isaac Romero y En-Nesyri, acompañados del poderío de Sergio Ramos, dejan a los de Quique prácticamente salvados.

En ElDesmarque analizamos, uno por uno, los jugadores blanquirrojos:

Nyland [6]: lo justo y lo suficiente. Firmó una gran parada en la segunda mitad tras un gran remate de Radonjić y en el segundo tanto aupó a su equipo para contragolpear. No es Bono, pero para las que debe parar.

Jesús Navas [7]: le costó mucho aparecer, pero pre-asistió a Suso en el primero y destascó el encuentro de su equipo por banda. Igual alguien no está de acuerdo con el notable pero a este chico no se le puede recriminar nadas en noches como las de hoy.

Loic Badé [6]: partido aseado. Cometió algún pequeño error en la salida, pero cumplió ante Larin y Muriqi, que no es sencillo.

Sergio Ramos [8]: capitán general. Secó a Muriqi desde el primer minuto, salvó un gol bajo palos y casi marca el tercero. No importa el DNI, actualmente es el mejor (o casi) del equipo.

Nemanja Gudelj [5]: el serbio enciende la alarma. Tras un buen encuentro, lejos del nivel de sus compañeros, el ex del Sporting de Portugal se marchó tras ser atendido sobre el césped. Habrá que esperar para saber si está disponible de cara al derbi.

Lucas Ocampos [6]: pundonor, entrega, valentía y compañerismo. No importa que no fuese su mejor partido, el Sevilla sería equipo de Europa, como mínimo, si tuviese once jugadores con el mismo carácter que Ocampos. Cumplió.

Lucién Agoumé [3]: lento e impreciso. El mediocampista ocupó el sitio de Gudelj, como pivote, pero estuvo bastante lejos de lo esperado. Cometió dos o tres errores importantes en la salida de balón y se marchó sustituido al descanso.

Soumaré [5]: posiblemente, junto a Lucién Agoumé, el más mediocre. Mejoró en la segunda mitad, pero sigue cometiendo errores inexplicables. Se desconecta y sigue asustando a sus compañeros con algunas de sus decisiones.

Óliver Torres [5]: entrega y poco más. No firmó un encuentro desequilibrante. Se ofreció, se fajó y cubrió todos los huecos que pudo. Poco más.

Isaac Romero [7]: liberación. El de Lebrija llegaba a la cita presionado, sin acierto y la primera que tuvo la falló. La afición intentó animarle, pero los gestos eran de futbolista desesperado... hasta que se reencontró con el gol. Con ayuda de la defensa del Mallorca cerró una etapa gris antes del derbi.

En-Nesyri [8]: ... y el Sánchez-Pizjuán se rindió a él. El marroquí, como de costumbre, firmó un golazo de cabeza para adelantar a su equipo cuando más lo necesitaba y acompañó su actuación con una asistencia para Isaac Romero. Noche notable para un hombre que, al fin, escuchó a Nervión corear su nombre.

Suplentes del Sevilla:

Suso [7]: asistente y acertado. El gaditano saltó en la segunda mitad y entendió, a la perfección, lo que necesitaba su equipo. Le sigue costando abandonar la banda derecha, pero ante el Mallorca volvió a demostrar toda la calidad que tiene. Acertó Quique con su cambio.

Acuña [5]: volvió al verde, tras su lesión-sanción en Gran Canaria, para ocupar el puesto de tercer central. Que Quique le pusiese a él en vez de a Nianzou o Marcao dice mucho.

Lukebakio [6]: velocidad, ganas y un remate que casi se convierte en el tercer tanto del Sevilla. Seguimos pensando que, si las lesiones le respetan, el próximo año puede ser muy importante para el club.

Lamela [S.C]: no tuvo demasiada participación. Acabó encarándose con Samu en una acción que bien podría haberle costado otra falta lateral al Sevilla en el último suspiro.

Juanlu [S.C]: saltó en el tiempo de descuento.

Quique Sánchez Flores [6]: su planteamiento y la primera mitad del equipo estuvo lejos del mínimo esperado (fue un horror, hablando mal y pronto), pero se le tienen que reconocer los aciertos en la gestión de cambios, como el de Suso, y la capacidad para que sus jugadores, con lo justo, sigan sumando puntos.