Bono y un regreso al Sevilla: “Veremos qué pasa”

En pocos años, el Sevilla FC ha pasado de tener un nivel altísimo, alzar títulos y estar de forma recurrente en la Champions League, a luchar por no descender. Un cambio radical que se explica con la salida de jugadores que dieron muchísima gloria en Nervión. Uno de los que más ayudaron a esta tercera época gloriosa del Siglo XXI fue el portero Yassine Bono, uno de los mejores de la historia nervionense que, el pasado verano, se marchó a Arabia Saudí para enrolarse en el Al-Hilal.

Este sábado se disputó el partido de rivalidad saudí más importante entre su equipo y el Al-Ittihad. Los de Bono se impusieron con claridad, con un 3-1 con goles de Mitrovic (2) y Al-Dawsari. El gol postrero de Benzema solo sirvió para maquillar el resultado, y el equipo del meta marroquí, que aún espera a Neymar, lidera en solitario la Saudí Pro League.

Antes, en la víspera, Bono atendió a Marca para hablar del derbi, pero también de su cariño por el Sevilla FC y, por qué no, de un posible regreso. “El Sevilla-Betis es un derbi más familiar por ser de la misma ciudad, donde tu hermano y tu primo pueden ser del equipo contrario. El Hilal-Ittihad enfrenta a dos equipos de distintas ciudades y es como un Real-Barça”.

Bono, su acento sevillano y el amor por el Sevilla

El meta, que consiguió el primer Trofeo Zamora de la historia del club nervionense en la 2022/23, sigue manteniendo ese acento tan peculiar. “Tengo dos sevillanos en el cuerpo médico de Hilal y eso hace que no se me quite, pero sí, fui muy feliz allí”.

“Es un lugar que me marcó y que siempre estará ahí para toda la vida. En Sevilla nació mi hijo y fue donde alcancé un nivel muy bueno tanto individual como colectivamente. Teníamos un equipo muy fuerte y pudimos competir contra los mejores de Europa durante cuatro años”, añadía Bono, que entiende que debe haber paciencia en esta nueva etapa en Nervión. “Todos entendemos que el Sevilla ahora está en reconstrucción y a partir de ahí el club debe ir creciendo pasito a pasito para ser lo que fue en el pasado”.

El meta nacido en Montreal es uno de esos jugadores de máximo nivel que decidieron marcharse al económicamente poderoso fútbol de Arabia Saudí. En Nervión le añoran, como uno de los mejores porteros de su historia que fue, y el jugador no se niega rotundamente a un regreso. “Nunca se sabe qué pasará y ahora intento disfrutar esta etapa en Saudi, y dar mi mejor versión. Veremos qué pasa en el futuro”.

Eso sí, a sus 33 años se marca al menos dos temporadas más en Arabia, hasta que acabe el Mundial de 2026. “No veo techo aquí en Saudi aún. Intentaré dar lo máximo en este club de altísimo nivel y a partir de ahí, cuando pase el Mundial 2026, ya veremos, depende de muchas circunstancias. Hay muchas sorpresas en los mercados de fichajes y el fútbol es todo muy distinto a antes”.