Dolor, agonía, sufrimiento y celebración: las imágenes del partido de Jesús Navas ante el Valladolid

Otra última vez para Jesús Navas. El capitán del Sevilla, que fue duda hasta última hora en la convocatoria de García Pimienta, entró en la lista y, por si fuese poco, partió como titular ante el Real Valladolid. El lateral, ahora otra vez como extremo, vivió otra noche intensa, con gestos, momentos e imágenes, que aquí recopilamos, que bien demuestran lo complicado que está siendo este curso para el '16'.

Empezó como titular, con una sonrisa tímida -como de costumbre- y con muchísimas ganas de ayudar a su equipo. La realidad es que, pasados los minutos, el '16' no estaba teniendo la influencia que le hubiese gustado en su equipo y las imágenes empezaron a acumularse.

Justo antes del descanso, Jesús Navas protagonizó una acción en la que realizó un gesto extraño que, rápidamente, llevó a varios compañeros como José Ángel Carmona o Valentín Barco, a preguntarle por su estado físico.

La agonía de Jesús Navas en el banquillo

El partido de cualquier futbolista podría haber finalizado tras ser sustituido, marchándose además con una ovación increíble, pero Jesús Navas siguió, desde el banquillo, viviendo su propia cita. Con los nervios de un chiquillo y la tensión acumulada de un veterano. 

Su cara al ser sustituido lo decía todo. Sabía que le quedaba un tramo bastante largo sentado en el banco y García Pimienta, en parte, intentaba consolarlo.

El capitán lo protestaba todo, apretaba a sus compañeros y golpeaba, cada vez que veía que perdían una ocasión, el banquillo con fuerza. Le duele su Sevilla y lo que más le duele, a buen seguro, es no poder ayudar todo lo que a él le gustaría.

Pasaban los minutos y el futbolista intentaba contener la emoción, los nervios y las lágrimas que no pudo soportar ante el Getafe. Tensión absoluta en la cara del lateral... hasta que el árbitro pitó el final: saltos, puños en alto y celebración máxima.

La cita acabó con un enorme aplauso, con la grada de Gol Norte gritando su nombre e incluso sus compañeros saltando junto a él. Abandonó el Sánchez-Pizjuán sin prácticamente poder andar, pero con la enésima imagen de emoción... de todas las que quedan aún.

Fotografías: Kiko Hurtado.