Si bien se ha convertido ya en un tradicional acto de hermandad entre aficiones, pues ‘desgraciadamente’ se lleva produciendo desde hace casi tres lustros, pero no deja de ser emotivo el recuerdo tan especial en los partidos entre el RCD Espanyol y el Sevilla FC a dos futbolistas fallecidos en trágicas circunstancias, Antonio Puerta y Dani Jarque.
Cuando llegó el minuto 16, el público del RCDE Stadium reaccionó aplaudiendo en memoria del futbolista sevillista fallecido en agosto de 2007. Cinco minutos más tarde, el recuerdo fue a Dani Jarque, quien murió en agosto de 2009 en plena pretemporada.
En el videomarcador del estadio perico apareció un montaje en recuerdo de los dos. Rivalidad en el césped, pero hermanamiento en el recuerdo a dos hombres que hicieron más grandes a ambos equipos tanto en vida como después de su fallecimiento. Un detalle que honra al Espanyol y que cada año repite el Sevilla FC de la misma manera en el Sánchez-Pizjuán.
El pasado 28 de agosto se cumplieron 17 años de la trágica muerte de Antonio Puerta. Casi dos décadas ya un acontecimiento amargo que golpeó al Sevilla y al mundo del fútbol en general. Desde entonces, la Zurda de Diamantes se ha convertido en una auténtica leyenda en el club nervionense, un mito.
Esta historia la sabrán todos. Corría el minuto 100 de la prórroga. El Sevilla FC disputaba por primera vez unas semifinales de la UEFA y la eliminatoria seguía incorrupta en aquel jueves de Feria. Ninguno de los dos equipos había logrado hacer gol en más de 180 minutos. Pero en un momento todo cambió. Jesús Navas corrió la banda derecha para buscar a algún compañero en posición de remate. El balón recorrió todo el área sin que nadie lo tocara. Entonces apareció Antonio Puerta. El canterano sevillista enganchó una volea perfecta con la pierna izquierda que se coló en la portería del Gol Norte nervionense.
Aquel gol permitió al Sevilla acceder a su primera final europea. Una final que, a la postre, significaría su primera UEFA tras golear al Middlesbrough en Eindhoven. Y el resto es historia, como también aquella mágica celebración de Andrés Iniesta en el Mundial de 2010. Por siempre quedará aquel "Dani Jarque con nosotros" en la camiseta del astro que nos regalaba la primera Copa del Mundo de nuestra selección. Dos leyendas ilustres para cada club y que perduran en el recuerdo de todo buen amante del fútbol.